La madrugada de este martes 27 de mayo, dos ataques con explosivos sacudieron diferentes sectores de Guayaquil. Los blancos fueron locales dedicados a la venta y mantenimiento de llantas. En ambos casos, los responsables dejaron panfletos con amenazas que apuntan a la banda criminal Los Lobos, lo que ha encendido las alertas de las autoridades.

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Dos explosiones en distintos puntos de la ciudad

El primer ataque se registró aproximadamente a la 01:00 en las calles Ayacucho, entre la avenida Quito y Machala, en el centro de Guayaquil. Según testigos, sujetos desconocidos lanzaron un artefacto explosivo contra la fachada del establecimiento, causando serios daños estructurales.

Vecinos del sector relataron haber escuchado una potente detonación y, al salir de sus viviendas, notaron que el ingreso del local estaba parcialmente destruido. En la escena también fue hallado un panfleto con un mensaje amenazante, escrito con marcador, que exigía al propietario comunicarse con un número telefónico. La Policía presume que se trató de un intento de extorsión.

Minutos después, en las calles Cuenca, entre la Décima y la Onceava, en el suroeste de la ciudad, se produjo un segundo atentado. Esta vez, el blanco fue un taller de balanceo y alineación de llantas. El explosivo causó daños en la puerta metálica y dejó un cráter visible en el piso. De nuevo, los atacantes dejaron panfletos con amenazas similares.

Sospechas de coordinación criminal

Las autoridades no descartan que los hechos hayan sido coordinados. Ambos mensajes hacen referencia a Los Lobos, una organización criminal vinculada a delitos como extorsión y narcotráfico en varias provincias del país.

Equipos especializados de la Policía Nacional, entre ellos el Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y la Unidad de Criminalística, acudieron a ambos escenarios para levantar indicios y realizar las pericias correspondientes.

Hasta el cierre de esta edición no se han reportado personas detenidas ni víctimas heridas. La Policía continúa con las investigaciones para identificar a los responsables y determinar si existe una red de extorsión dirigida a negocios locales.

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