Un menor de edad, de 16 años, fue aislado luego de que se comprobó que él y otro sujeto intentaron extorsionar al dueño de un negocio, en el norte de Quito. La víctima contó a los Policías que desde el 10 de mayo comenzó a recibir varias amenazas mediante la aplicación de WhatsApp en las que le exigían 5.000 dólares a cambio de que no asesinaran a su familia. 

Sí comenzó la extorsión

Además, el afectado señaló que un mes antes habían lanzado una granada afuera de su local de venta de repuestos automotrices, pero desconocía la razón. Aquella ocasión fueron los policías para tomar su versión y realizar las indagaciones pertinentes y todo se calmó hasta que le empezaron a amenazar con llamadas y mensajes. 

Las intimidaciones aumentaron de tono porque el sujeto que las hacía supuestamente le mandaba videos con armas de fuego. También le decía que va a explotar con granadas a sus familiares y le enviaba las direcciones de los domicilios en los que viven. El afectado accedió a pagar 2.000 dólares para que lo dejaran tranquilo y pactó con el criminal para entregarle dicha cantidad dentro de un centro comercial ubicado en la entrada a Calderón, en el norte de la capital.

Previo a la transacción, la víctima se contactó con la Unidad Antisecuestros de la Policía Nacional para contarles lo sucedido. Ellos le indicaron los pasos que debía seguir para desmantelar esta red de extorsión que estaría operando en la ciudad. Le sugirieron que fuera con un sobre donde habría dinero y en ese momento intervendrían para capturarlo. 

Cuando fueron al establecimiento a la hora pactada, los agentes observaron que un adolescente llegó a la cita para recoger el dinero que habían acordado. Este le habría dicho al afectado que iba de parte de un tal Marcos, que por la paga que le hizo les va a dar seguridad a él y a su familia. En ese momento, los policías atraparon al menor de edad de nacionalidad venezolana. 

Así operaba está red criminal

El retenido confesó a los agentes que la persona que presuntamente enviaba los mensajes amenazadores era un recluso que se encuentra en la Cárcel de El Inca. Con esta información, los policías hicieron una intervención en el centro de reclusión para encontrar al criminal que mentalizaba las extorsiones. 

Los policías determinaron que el sospechoso se encontraba en la celda 2 del pabellón La Floresta en donde hicieron una intervención y encontraron cuatro celulares, los cuales serían utilizados para extorsionar a sus víctimas y comunicarse con sus compinches para darles las instrucciones que deben hacer durante los delitos. 

El sujeto, de 27 años, sería integrante del Grupo de Delincuencia Organizada Los Lobos y, según los expedientes que reposan en la Función Judicial, el sospechoso registra dos antecedentes penales. Uno por tráfico de estupefacientes a gran escala que lo había cometido el 13 de abril del 2025 y el otro por receptación, en el 2017.

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