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EXTRA resuelve

EXTRA ayuda al prójimo hace 48 años

Por más de cuatro décadas hemos resuelto un sinnúmero de dramas, desde problemas de salud, vivienda, reencuentros familiares, etc. Y lo hacemos con todo el corazón.

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Los padres de Thiago están felices de ver a su pequeño llevar una vida normal.Romina Almeida/Extra

Quien afirma que EXTRA es solo crónica roja se equivoca y no conoce este Diario, pues desde la primera edición, el periódico más leído de Ecuador ha contado innumerables historias, en las cuales se ha revelado la generosidad de sus lectores y de instituciones públicas y privadas que han respondido con prontitud para cubrir las necesidades de nuestros protagonistas.

En nuestro aniversario número 48 es un privilegio contar algunos de los casos solucionados, a través de los cuales familias aseguran que sus vidas han mejorado y el llanto de tristeza ha sido cambiado por uno de gozo.

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El pasado 7 de septiembre Keyner cumplió un año de vida y su familia lo celebró con ganas.cortesía

Ese es el caso de Jonathan Murillo y Andrea Villavicencio, padres de Keyner, quien el mes pasado cumplió su primer año de vida.

El niño nació con una malformación craneal que requería de una operación y un casco que ajuste su cabeza, conforme al crecimiento del bebé, en ese entonces de cuatro meses.

De no ser intervenido quirúrgicamente sus facultades se verían afectadas, pero su caso llegó a Diario EXTRA y compartimos la preocupación de estos jóvenes padres, e inmediatamente fue operado en una casa de salud infantil y se logró reunir los $ 3.000 para el casco de Keyner.

“Mi hijo está muy bien. Estamos agradecidos con Dios, con ustedes y la gente que nos dio la mano. Ahora él camina solo, habla. Es gratificante ver que EXTRA sigue ayudando a los necesitados, sobre todo en la situación que está el país, ustedes siguen dando ese granito de arena y siguen llegando a los corazones”, expresa la dichosa mamá.

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Hace dos años, María Inés, Lourdes y Henry duermen tranquilos en su propia casa.cortesía

'Caleta' propia

Lourdes Tagle es de pocas palabras, pero de amplia sonrisa. El motivo de su felicidad es ver su casita, la cual recibió después de que nuestras páginas contaran su drama.

Ella vivía en un local en el centro de Guayaquil y estaban por correrla del sitio, con todo y sus tres hijos: María Inés (11), Ronny (21) y Henry (24), este último tiene 83 % de discapacidad, debido a un severo autismo que padece.

La venta de gelatinas no le alcanzaba para pagar el alquiler, por eso el dueño del establecimiento le dio un ultimátum.

La historia, contada por EXTRA, la conoció el Municipio de Guayaquil, entidad que le otorgó una vivienda con dos habitaciones en las calles Pancho Jácome y la 14, suburbio porteño.

“Los felicito por seguir ayudando al prójimo y a la gente la animo a que lea EXTRA, pues es un diario que le da solución a los problemas de todo tipo. Gracias a ustedes tengo mi casita”, manifiesta con gran alegría la mujer de 49 años, quien desde el 2020 tiene la bendición de ser propietaria y no inquilina.

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Personal médico de la Clínica Universidad de Navarra acogió con mucho cariño a Thiago.cortesía

Thiago, el guerrero

Con solo recordar lo que han pasado como familia, Guillermina Alvarado llora. En ese llanto prevalece la gratitud, primero a Dios, luego afirma que a Diario EXTRA, medio que hizo público el caso de su hijo Thiago, quien a los 5 años fue diagnosticado con leucemia aguda.

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Actualmente, el pequeño de 8 años lleva una vida normal, pues luego de nuestra nota, publicada el 24 de agosto del año pasado, él pudo viajar junto con sus padres a España, para realizarse un trasplante de médula.

“Gracias a ustedes se nos abrieron las puertas, la gente solidaria y organizaciones nos ayudaron con todo, no teníamos nada. Desde la ropa para el frío, las maletas, la agencia de viajes, los pasaportes... Es más, una lectora, Martha Noboa, se despojó de su refrigeradora y nos la regaló. También la fundación Fernove alimentó a mis hijos por un año y a mi suegra, pues nosotros estábamos en España. Todo fue por la ayuda de ustedes, el Señor los bendiga”, concluye la madre.