La estadounidense fue víctima de femicidio. Su esposo le dio un disparo que le desfiguró el rostro, pues el proyectil le dañó la nariz, las mejillas, el paladar y el ojo derecho, dejando su cara irreconocible.

Posterior al ataque, Connie fue intervenida por 30 ocasiones, pero en el año 2008, especialistas (un grupo médico multidisciplinario) del centro de salud Cleveland Clinic le reconstruyeron el rostro en un 80 por ciento, gracias a una donante fallecida. Pese a la extensión de operación, que fue de 22 horas, los resultados saltaron a la vista.

El proceso quirúrgico no solo la benefició en la parte estética, sino también en la funcional, pues ella no podía alimentarse ni respirar con total normalidad, para ello necesitaba de un respirador colocado a la altura de su tráquea.

La vida le cambió de un momento a otro y eso la animó a ser defensora de la donación de órganos. De igual manera, dedicó su vida a dar charlas de violencia intrafamiliar y a ser el sostén de otras personas que pasaron por alguna experiencia similar, como es el caso de Charla Nash, quien fue sufrió una mutilación por parte de un chimpancé, en el 2009. El primate le destrozó sus manos, nariz, labios y párpados.

Connie fue la persona que recibió el primer trasplante facial casi completo en los Estados Unidos y murió a la edad de 57 años, debido a la complicación de una infección, así lo comunicó el centro médico que realizó su intervención, informó el portal as.