Los pintaban de blanco y los dejaban ‘papelito’ para la venta. Cliente que llegaba desesperado por un tanque de oxígeno medicinal para ayudar a sus familiares, en especial a los afectados por COVID-19, se lo ‘chantaban’. Pero de medicinal no tenían nada. Eran de uso industrial.

Una denuncia anónima permitió que la Agenda Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y la Fiscalía intervinieran un local donde supuestamente se comercializaban tanques de oxígeno presuntamente falsificados.

¿Afecta a la salud?

Los funcionarios realizaron la denuncia respectiva ante la Fiscalía, entidad que retiró los supuestos gases medicinales como evidencia.

Según los profesionales de la salud, la comercialización de este tipo de medicamentos demanda la certificación en Buenas Prácticas de Almacenamiento, Distribución y Transporte (BPA, D y T), además de requerir el Registro Sanitario ecuatoriano que garantiza la seguridad y calidad para el uso humano.

Verónica Loaiza, coordinadora de Arcsa, dijo que al momento de la inspección había ocho tanques que anteriormente eran verdes y no aptos para los pacientes que requerían oxígeno para tratar.

Según expertos en salud, recomiendan no utilizar oxígeno de uso industrial con fines de uso médico, ya que el oxígeno terapéutico utiliza contenedores de aluminio que garantizan su inocuidad y pureza, mientras que el de uso industrial utiliza tanques de acero que generan partículas de óxido que son visibles en la mayoría de los casos, además de otras sustancias que pudieran generar un efecto adverso a la salud de los pacientes. Aunque es el mismo oxígeno, aseguran que el tratamiento no es el mismo.