De los 34 reos asesinados el martes pasado en la cárcel de Turi, en Cuenca, hubo 18 cuerpos cercenados, y de ellos solo nueve fueron reconocidos hasta la mañana de ayer, según una fuente del Centro de Investigación Forense.

Familiares de los muertos llegaban al lugar a retirar los cadáveres... la entrega empezó a las 14:30 del miércoles luego de los trámites de Fiscalía.

Solo podían ingresar dos parientes por cada fallecido para reconocerlo. Luego entraba a la morgue la carroza fúnebre con el ataúd para sacarlo.

El proceso se extendió hasta la madrugada de ayer. Los allegados prefirieron no dar detalles. Sí decían que los llevarían a Guayas, Los Ríos, Esmeraldas o Santo Domingo de los Tsáchilas.

Hasta el cierre de esta edición, 21 de los 26 privados de libertad identificados habían sido retirados del Centro Forense. En la tarde continuaría la entrega de los demás, explicaron desde el lugar.

Bajo la lupa

El fiscal provincial del Azuay, Leonardo Amoroso, dijo que dentro de la investigación se ha solicitado los videos de las cámaras de seguridad del centro y las imágenes captadas a través de un dron, que fue utilizado por el Consejo de Seguridad Ciudadana de Cuenca, durante los incidentes.

Amoroso dijo que los internos se resisten en entregar datos y contar algo sobre lo sucedido, ya que tienen miedo a eventuales represalias. Sin embargo, la Fiscalía extremará esfuerzos para identificar a los responsables, concluyó.

Entre tanto, los jueces de Garantías Penales del Azuay, Fabián Romo y Guido Chalco, solicitaron al director de la cárcel de Turi, Rómulo Montalvo, información en un plazo de 72 horas con el mayor detalle posible de las acciones tomadas por las autoridades una vez que se iniciaron los hechos.