Mágico, ancestral y tradicional, como lo hacían los Cañaris e Incas, se vive en Cojitambo, Azogues, la “Fiesta del Maíz”, ritual con el que se festeja el Inti Raymi.

Es la Décimo Séptima Edición que se celebra en el propio y mítico cerro, Cojitambo, que significa ´descanso de oro´.

Es la herencia incaica como símbolo de la gratitud a la Paccha Mama, por la bondad de haber permitido una buena producción y cosecha dentro del año del sol.

Está ubicado a 11 kilómetros de Azogues en la provincia de Cañar y a 32 de Cuenca.

Al pie de la mítica elevación se encuentra la parroquia rural de Azogues que lleva el mismo nombre (Cojitambo) y cuyos 4. 600 nativos viven, desde el viernes 23 de junio del 2023, junto a turistas e invitados, los eventos interculturales y ritos, entre ferias gastronómicas que concluirán este domingo 25 de junio del 2023.

Con la presencia de autoridades y representantes de las instituciones auspiciantes, estudiantes, miembros del Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial, habitantes de la comunidad y público en general son parte de las ceremonias de agradecimiento a la Pachamama, y sanaciones a través de taitas y andinos.

Para este sábado, 24 de junio, el festival se prevé la exposición del mejor grano de maíz, sus derivados, usos y cultivo, e intercambio de semillas.

En tanto que a las 11:00, se efectuará el festival de danza interparroquial denominado “Cojitambo Intercambio Cultural”. En la noche, desde las 20:00, se elegirá a la Cholita del Maíz 2023, de entre cuatro candidatas inscritas.

El domingo, 25 de junio, la fiesta finalizará con una feria gastronómica cultural y artesanal, el festival de danza intercomunitario y un show artístico con Purik Dreams.

Es la esencia de la cosmovisión Cañari-Incaica, con la fiesta del maíz, grano principal de la alimentación de los Cañaris e Incas. señala el alcalde de Azogues, Xavier Serrano.

El ritual del intercambio del maíz, acompañará a la quema de incienso con la intención de agradecer la producción obtenida, agregó el burgomaestre. Concluyó Serrano, afirmando que la agricultura de Cojitambo, se sustenta con la siembra del grano sagrado, el Maíz, porque es el origen de la conciencia humana, de su entendimiento, de su espiritualidad. “Esa esencia que nos conecta con este país que nos vio nacer, donde nuestras raíces son profundas”.

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