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Diario Extra Ecuador

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¡Fingieron amarlas para poder espiarlas!

Dos mujeres en Reino Unido denunciaron a las autoridades inglesas que, durante varios años, mantuvieron una relación amorosa con dos policías encubiertos encargados de espiarlas por ser activistas ambientales.

Fotografía del agente encubierto Mark Kennedy con “Lisa” durante el viaje donde se reveló su verdadera identidad.

Fotografía del agente encubierto Mark Kennedy con “Lisa” durante el viaje donde se reveló su verdadera identidad.BBC

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Dos mujeres, en Reino Unido, denunciaron a las autoridades inglesas que, durante varios años, mantuvieron una relación amorosa con dos policías encubiertos encargados de espiarlas por ser activistas ambientales.

El medio inglés BBC reportó sobre estos dos casos que, al parecer, no serían los únicos en ese país. Rosa (nombre protegido) se enamoró de Jim Sutton en el 2000. Llevaban una relación casi perfecta, solo existía un problema, él no era realmente quien decía ser.

La pareja se conoció en un bar de Londres cuando ella era activista política de un grupo llamado Reclaim the Streets. La relación se dio de forma rápida y los sentimientos de la mujer hacia Sutton eran tan profundos que, por un momento, pensó en alejarse.

“Fue demasiado intenso para mí. Sentí que podía olvidarme hasta de respirar. Parecía mi alma gemela, parecía ser una especie de prototipo que ni siquiera sabía que estaba buscando”, contó Rosa para el portal británico.

Durante 10 meses la historia que inventó el policía encubierto funcionó. Rosa creía que se casaría con Jim y formarían una familia. Sin embargo, antes de mudarse a Gales como habían acordado, su novio le pidió un tiempo para viajar y ordenar sus pensamientos antes de dar el siguiente paso.

El plan del agente encubierto era ir a Turquía, Siria y Sudáfrica. Pasaron varios meses sin que Rosa supiera algo de su pareja, hasta que, un día de repente se contactó. La incertidumbre creció en ella y decidió aventurarse a buscarlo.

“Estaba caminando por Sudáfrica diciendo: ‘disculpe, ¿ha visto a esta persona?’. Era un tormento, necesitaba respuestas”, recordó la británica.

Sus esfuerzos fueron en vano, no hubo rastro de él. Entonces, regresó a Reino Unido. No obstante, continuó con la investigación sobre el paradero de él, lo que la llevó al sur de Londres, a las oficinas de la unidad de Policía Secreta para las que Jim trabajaba.

De manera extraña, tras el hallazgo de Rosa, Jim apareció, hecho que para ella no fue una coincidencia. La mujer afirma que la policía envió otra vez al agente para que averiguara cuanta información tenía.

El encuentro permitió que Rosa supiera la verdad: siempre vivió en una fantasía. Jim Sutton, en realidad, se llamaba Jim Boyling y era un oficial de la policía.

Le explicó a Rosa que apoyaba su causa y que no los había estado espiando. Además, le contó que estaba trabajando en una investigación criminal distinta. La mujer le creyó.

La pareja se casó y tuvieron dos hijos. Estaba tan enamorada que le fue fácil aceptar la segunda mentira. “La idea de que mi pareja nunca había existido. Que era un actor enviado por el gobierno para espiarme por ser una pacífica activista medioambiental era ridícula y sacudía todo lo que creo”, añadió.

Sin embargo, el matrimonio no duró tanto, según el relato de Rosa, Jim era controlador y manipulador, por lo que tuvo que huir hacia un refugio para mujeres en Gales y después se divorció.

Paralelamente, Lisa (nombre protegido), activista inglesa, durante unas vacaciones en Italia, en 2010, conoció la verdadera identidad del “amor de su vida”.

En 2004 el agente encubierto como Mark Stone conoció a Lisa, una comprometida activista medioambiental. Parecía que los dos compartían la misma pasión por salvar la naturaleza. El policía le había contado a la mujer que era un escalador profesional, lo que le atrajo a Lisa.

Sin embargo, la fachada del hombre ideal se cayó 6 años después, cuando Lisa buscaba unas gafas de sol en la guantera del auto. Encontró un pasaporte que tenía la fotografía de Mark, pero su apellido era otro: Kennedy. Y, para su horror, estaba casado.

Para Lisa todo comenzó a encajar, el extraño y reservado comportamiento de Mark ahora tenía una explicación. En 2009, el hombre desapareció repentinamente, Lisa creyó que estaba pensando si debían continuar con la relación. Entonces, de la nada, regresó y le propuso viajar a Italia.

Tras saber la verdadera identidad de su novio, Lisa junto a un amigo comenzaron a investigar para descubrir quién era realmente Mark. Fue así como supieron que Kennedy tenía dos hijos y vivía junto a su esposa en Irlanda.

La mujer con su grupo de activistas enfrentaron a Mark. “Él estaba llorando y yo lloraba”, recordó. El hombre confirmó las pruebas de que era un espía. Esto fue el primer paso para que se cayera una red policial encubierta en Inglaterra y Gales.

Decenas de agentes fueron desenmascarados y la actual primer ministra de Reino Unido, Theresa May, entonces secretaria de Interior, ordenó una investigación pública.

Abuso de poder

Rosa y Lisa declararon en BBC que se sentían violadas por el Departamento de Policía. Asimismo, creen que les robaron años de sus vidas mientras dos espías fingían amarlas.

“Lo que también me hace sentir aún más violada, es que este engaño, esta relación, este abuso no solo fue perpetrado por una persona. No solo fue algo entre Mark y yo, todo el departamento de policía estaba implicado”, señaló Lisa.

El medio británico contactó a la policía, quienes dijeron tener clara su posición sobre las relaciones sexuales a largo plazo que tuvieron sus agentes con las dos mujeres. Y afirmaron que fue un error que no debía ocurrir.

“La vigilancia policial encubierta es una estrategia legal que saca delincuentes peligrosos de las calles y ayuda a proteger la comunidad, pero los casos como este demuestran que algunos oficiales abusaron de su posición”, sostuvo el cuerpo policial.

Mark Kennedy tuvo una entrevista con BBC, en 2012, donde dijo que su relación más allá de los nombres, “fue amor”. En 2018, la policía admitió que el jefe de Kennedy aprobó que el agente tuviera relaciones sexuales con otra activista.

Por otra parte, Jim Boyling fue despedido por mala conducta grave debido a la relación que tuvo con Rosa.

A pesar de las disculpas de la policía y de una indemnización para reparos a Rosa y Lisa, las dos dicen que siguen sintiéndose traicionadas.

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