Un operativo policial se convirtió en un infierno para Francisco Tamariz Guerrero, alcalde del cantón La Libertad, Santa Elena. Fue allí que, según el funcionario, estuvo a punto de perder la vida junto a su esposa Renata Morales, por los balazos que recibió de los gendarmes.

El hecho se registró la noche del viernes 18 de agosto, cuando, a decir del burgomaestre, miembros policiales habrían intentado matarlos con 30 tiros que impactaron en la camioneta blindada donde ellos viajaban desde Guayaquil hacia la Península.

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Tamariz, quien dio su versión de manera digital antes del pronunciamiento policial, indicó que ellos bajaron la marcha cuando se percataron que se desarrollaba un operativo.

Según el funcionario, el carro que los paró no tenía identificación de la Policía Nacional y de este se bajó un sujeto encapuchado con un agente que sería de Inteligencia policial que él aseveró conocer.

Ambos, sin preguntarles nada, les empezaron a disparar. “Yo grité: ‘huyamos’, porque en qué cabeza de una persona se le ocurriría quedarse y bajarse para que lo maten”, expresó el alcalde. Entonces empezaron los disparos en la persecución a los dos vehículos.

Sobre este suceso hay también la versión desde la Policía. Juan Carlos Soria, jefe del comando provincial de Santa Elena, informó que fueron alertados por la unidad de investigaciones sobre la presencia de tres vehículos de alta gama que se acercaban a la provincia, posiblemente a exceso de velocidad, con vidrios polarizados y blindados.

“Estos carros fueron perfilados desde Chanduy. Efectivamente, el eje de prevención identificó a estos tres automotores. Iban sin ningún tipo de logotipo que identificara si pertenecían a alguna institución pública”, acotó el oficial.

Ante esta alerta, Soria detalló que la Policía y la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) conformaron un filtro de control en el ingreso de Santa Elena. Los uniformados, con el uso de sirenas, megáfonos y balizas, indicaron a los autos que se detuvieran, pero no lo hicieron.

El tiroteo alarmó a los ciudadanos que en gran cantidad estaban en el centro de la ciudad de Santa Elena para observar la quema del castillo en el cierre de las fiestas patronales. Los presentes, al escuchar los tiros, se refugiaron en la iglesia del sector.

Allí los gendarmes lograron detener al carro de los custodios de Tamariz. Mientras que la camioneta donde iba el funcionario avanzó hasta el ingreso del sector José Luis Tamayo, en el cantón Salinas, donde los uniformados que iban en motos y carros patrulleros les dieron en las llantas al carro para que detuviera la marcha.

La denuncia del hecho fue presentada en la Fiscalía de Salinas. En el escrito, el alcalde solicita se le incluya en el programa de víctimas y testigos. Además, responsabiliza al Estado ecuatoriano por lo que le pueda pasar a él y a su familia.

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