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¡Fueron a pescar y terminaron en Pekín!

Lucero Llanos, Guayaquil
Cuando los despojaron del motor de su lancha el pasado 2 de marzo, supieron que volver a casa iba a ser una odisea. Pero nunca pensaron que les iba a tomar más de dos meses, ni que antes de llegar iban a dar la vuelta al mundo, casi en sentido literal.
Carlos Benítez Parrales, Jorge Mero Anchundia y Luis Roa, tres humildes pescadores, partieron de la población costera de Pedernales para cumplir con su faena. Poco después de zarpar, fueron interceptados en altamar por unos piratas, que les robaron el motor y algunas de sus pertenencias.
Intentaron regresar a tierra, pero las corrientes marinas y el viento se empeñaron en alejarlos hasta aguas internacionales.
Creían que encontrarían las Galápagos, pero tampoco tuvieron suerte. Terminaron tan al este que no sabían dónde estaban realmente.
Incomunicados y abrasados por el sol, sin más agua que la que podían rescatar de la lluvia y sin ninguna otra comida que los peces que pescaban, pasaron 52 días a la deriva.
El carguero Giants Causeway, que seguía la ruta Chile-China, fue su salvación. Su tripulación los rescató, “en condiciones físicas complicadas, quemados y deshidratados”, la noche del 22 de abril.
Luego de prodigarles las atenciones necesarias para su recuperación, los náufragos acompañaron al equipo del capitán ruso Konstantin Palenov durante 26 días.