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Galápagos: con un pequeño balde quisieron sacar agua de yate que se hundió y dejó 4 muertos

Tragedia por naufragio de embarcación es conocida a nivel mundial y puede generar reacciones negativas al turismo de las islas Galápagos.

Galápagos naufragio
Las personas que fueron rescatadas eran llevadas al muelle de carga de Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz.Cortesía

Turismo hacia la muerte en las islas Galápagos. Así fue el viaje en el que fallecieron 4 personas (2 extranjeros y 2 ecuatorianos) luego de que el yate en que se trasladaban desde la isla Isabela hasta Santa Cruz naufragara, luego de una serie de errores y omisiones por las que hoy se busca culpables. 

La imagen de un video previo a la tragedia dio la vuelta al mundo en redes sociales y provoca, una vez más, una pésima imagen para el turismo insular. En este se refleja el temor de los viajeros y lo mal preparada que estaba la tripulación de la embarcación para actuar en emergencias como la ocurrida.

En el video, de solo 44 segundos, se ve a dos mujeres, una de ellas grabando con un celular, mientras un hombre con el pantalón recogido a media pierna trata de ‘achicar’ el agua con un pequeño baldecito verde. A esas alturas el bote, de nombre Angy, luce ya medio inclinado hacia la popa (donde van los motores fuera de borda). En realidad parecía un juego contra la ‘huesuda’. 

Nueve ‘baldazos’ afuera y el nivel del agua dentro del yate seguía igual. Entonces el hombre del balde se detiene y grita a alguien en la popa: “Oee, cierra ese hueco, oee, ¡cierra el hueco, pues, cierra el hueco!”. La desesperación comenzaba a hacer presa de los viajeros, ninguno de los cuales, al menos en lo que se observa del video, llevaba chaleco salvavidas que es obligatorio en este tipo de traslados.

“Saque el agua, señor, que las maletas...”, se oye decir entonces a una mujer, al tiempo que otra grita, desesperada: “No se preocupe por las maletas, la vida es más importante, ¡carajo!”.

Robin Tupiza, uno de los sobrevivientes de la tragedia, contó al medio digital Galápagos Online lo ocurrido. Según él, ocurrió “una falla en media travesía, un motor mal chequeado y el mar no acompañó”.

Agregó que “la desesperación de la gente y la angustia de una señora que bloqueó el paso” complicó todo. “A uno le di la mano, lo saqué de la fibra y esta se hundió con todo. Llevé a una niña hasta el bote que nos rescató... Era un pasajero que le tocó esta mala suerte de estar ahí”, dijo algo aturdido aún.

Las omisiones y errores se cuentan una tras otras en esta tragedia. Primero, el no uso de chalecos salvavidas, que deben ser obligatorios. Segundo, la falta de reacción de parte de la tripulación, pues según varios de los afectados uno de los motores dio problemas poco después de salir. “Salimos a las 03:20 (de la tarde), pero a las 4 aventamos (prendimos) máquina porque teníamos problemas con eso”, reveló el sobreviviente Robin Tupiza.

Luego viene la reacción de la tripulación, que según cuestionaron ayer las autoridades navales, recién informó que naufragaba (cerca de Tortuga Bay) a las 7 de la noche. Navegaron unos 20 minutos con un motor dañado, luego se averió el otro y se quedaron sin gasolina a 20 minutos de llegar a Puerto Ayora.

Según el reporte oficial, en la embarcación, que forma parte de los botes que regularmente ofrecen el servicio de traslado interislas, viajaban 37 personas, cuando su capacidad es de apenas 32, confirmó el director de Espacios Acuáticos de la Armada (Dirnea), Pablo Caicedo. Pese a ello, aclaró que “todo se originó por la pérdida de combustible en un mar picado. No hay un exceso de pasajeros que pudieran poner en peligro a la embarcación.

Se salvaron y huyeron 

Las autoridades navales del país informaron que entre las personas que rescataron se encontraban el capitán y un ayudante, parte de la tripulación. Al llegar a tierra se escaparon. Con papeles en regla Según la Dirnea, la lancha de la tragedia tiene todos los permisos, incluidos sus certificados de seguridad emitidos el pasado 28 de marzo. Habrá que hacer un peritaje.