La basura flotante que llega a las islas Galápagos arrastrada por las corrientes marinas sigue poniendo en peligro a las especias propias de este archipiélago y demuestra, además, que de aseo y cuidado del medio ambiente la población aún debe aprender mucho.

Apenas en 7 días de actividades de limpieza marino costera, solo en la costa este de la isla Isabela, la más grande de Galápagos, se recogieron y retiraron 3,6 toneladas de basura, que llenaron 261 sacos. Se conformó un equipo de trabajo de 12 personas, entre los que había guardaparques del Parque Nacional Galápagos (PNG), pescadores, voluntarios, representantes de Conservación Internacional y Vive World In Cooperation.

Después de cada jornada de recolección, el personal realizó la clasificación a bordo de la embarcación pesquera Yualka II, donde se contabilizaron 15.200 botellas plásticas, de las cuales 8.787 se encontraban en estado tres de descomposición y se deshacían al mínimo contacto y manipulación.

Tal fue la cantidad de basura hallada, que ni siquiera se logró realizar la limpieza completa, pues la idea, señaló el guardaparque Alfonso Velasteguí, era intervenir en "siete sitios, pero debido a la gran cantidad de basura existente no se pudo completar el recorrido y únicamente intervenimos tres lugares”.

De acuerdo con el Parque Nacional Galápagos, estas acciones permiten retirar del ecosistema marino la basura flotante que llega a las islas arrastrada por las corrientes marinas y permite gestionar información como georeferenciación, cantidad, procedencia y tipos de residuos, muchos de los cuales son potencialmente peligrosos para la fauna endémica.

Durante la semana del primer viaje de limpieza costera de este año, el equipo recorrió 19 kilómetros de difícil acceso en los sitios lejanos a los puertos poblados: Punta Albemarle, Cabo Marshall y Playa El Muerto.

Toda la basura que fue desembarcada y previamente clasificada se entregó al Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de Santa Cruz para su disposición final.

A mediados de abril está planificado el segundo viaje que prevé intervenir Las Tablas y Cerro Ballena en el este de la isla Isabela, y Sombrero Chino y la Poza de las Azules en la isla Santiago.