La mañana del sábado 16 de agosto de 2025, a las 05:47, un sismo de magnitud 4,8 se registró en las inmediaciones del Cotopaxi, con epicentro a 10 kilómetros al noreste del cráter y a una profundidad de 6 km.

Tras el evento principal, el Instituto Geofísico (IG-EPN) contabilizó 180 réplicas de menor magnitud, la más fuerte de 3,1 a las 16:36.

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Riesgo por actividad interna

El informe del IG-EPN, emitido la noche del 17 de agosto, señala que la actividad interna del volcán es baja, pero con tendencia ascendente, mientras que la actividad superficial permanece sin cambios.

Aunque todavía no hay señales claras en la superficie, los científicos advierten que estos procesos internos podrían evolucionar en semanas o meses y derivar en escenarios de mayor riesgo.

Indicadores que preocupan

• Sismicidad: El análisis del sismo principal indica un componente tectónico, pero con energía concentrada en frecuencias bajas (menos de 5 Hz), lo que apunta a esfuerzos vinculados al interior del volcán.
• Gases: Desde finales de julio se incrementó el número de detecciones de dióxido de azufre (SO₂), lo que revela mayor permanencia de gas en el ambiente. El 8 de agosto se observó una nube que alcanzó hasta 600 metros sobre el cráter.
• Superficie: Entre el 7 y 8 de agosto se registró una fumarola leve en el flanco occidental, fenómeno que ya se había reportado antes de la erupción de 2015.

Riesgo de avalanchas

Los especialistas consideran que estos fenómenos pueden estar relacionados con la presencia de un cuerpo magmático en profundidad.

De continuar este proceso, podrían producirse deformaciones más notorias y sismos asociados al movimiento de fluidos internos, lo que evidenciaría un transporte de magma hacia la superficie.

Además, los sismos de magnitud como el ocurrido pueden desestabilizar fragmentos del glaciar, con riesgo de avalanchas de hielo o lahares si coinciden con lluvias intensas.

Llamado a la prevención

Aunque el Cotopaxi no muestra cambios inmediatos en la superficie, el IG-EPN mantiene la vigilancia permanente y recomienda a las comunidades cercanas reforzar los planes de prevención y evacuación.

El organismo subraya que los escenarios volcánicos pueden modificarse rápidamente y que la población debe guiarse únicamente por la información oficial.

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