El Gobierno ecuatoriano ha anunciado su negativa a conceder el salvoconducto a Jorge Glas para que abandone el país, argumentando que el asilo político otorgado por México al exvicepresidente correísta no tiene validez jurídica.

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En medio de un intercambio de acciones y declaraciones entre México y Ecuador, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido ofrecer asilo político a Jorge Glas, exvicepresidente del correísmo, quien enfrenta sentencias por los casos Odebrecht y Sobornos, además de ser requerido por el caso Reconstrucción de Manabí.

La Cancillería, a través de un comunicado, ha expresado su desacuerdo con la decisión del gobierno mexicano, señalando que este fue informado sobre las sentencias condenatorias dictadas contra Glas y la orden de captura emitida por la Corte Nacional de Justicia ecuatoriana en relación con el caso de peculado de Reconstrucción de Manabí.

Enfatizando que la concesión del asilo político es jurídicamente inválida, Ecuador ha reiterado su negativa a otorgar cualquier salvoconducto a Jorge Glas, basándose en las convenciones internacionales pertinentes, como la Convención sobre Asilo Político de 1993 y la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954, a las que ambos países son partes.

Según el pronunciamiento de la Cancillería, la concesión del asilo político a Glas constituye un acto ilícito por parte del Estado que lo otorga, facilitando la evasión de la justicia ecuatoriana y fomentando la impunidad.

Además, Ecuador ha afirmado que, de acuerdo con la Convención de Viena, seguirá garantizando la protección de las instalaciones de la Embajada de México en Quito y de la embajadora mexicana Raquel Serur, quien ha sido declarada 'persona non grata' por el Gobierno ecuatoriano.

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