Un video de apenas 12 segundos bastó para mostrar todo el ‘arsenal’ de golpes entre un grupo de uniformados de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) y del Cuerpo de Agentes de Control Municipal, también conocidos como metropolitanos, en pleno centro de Guayaquil en la tarde del jueves 29 de mayo.  

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La grabación, al parecer realizada por uno de los ciudadanos que transitaba por el sector, registró a los dos bandos discutir con motocicletas institucionales estacionadas en medio de ellos. Es decir, los vehículos livianos serían la causa del enfrentamiento.

Enseguida, uno de los agentes de ATM posó su mano sobre una de las motos a lo que uno de los municipales reaccionó enérgicamente quitándole la palma del asiento sin dimensionar la reacción de su contrincante: el hombre con chompa verde neón lo empujó. Sus compañeros, también identificados con el uniforme de ATM, por su parte, lo retuvieron y apartaron.

Esta fue la parte más violenta de la pelea entre ATM y Municipales

Sin embargo, algo peor estaba sucediendo detrás de ellos. Uno de los agentes de control estaba aferrado a una moto y el agente de tránsito lo agarraba del cuello, al estilo de una ‘llave’ de artes marciales, para separarlo del vehículo.

Y, como ‘cereza’ del pastel, a este se sumó otro uniformado de ATM; es decir, eran dos contra uno. Así permaneció por unos tres segundos hasta que otro metropolitano decidió intervenir. 

Aunque el video viralizado a través de redes sociales termina allí, la ATM emitió un comunicado rápidamente. La institución del Cabildo, también en redes sociales, informó que “la ley es para todos”.  

En este se explica que durante un operativo de control de la ATM detectaron que las motocicletas, que resultaron ser de los agentes de control,  se encontraban estacionadas en sitios no permitidos, por lo que procedieron a retenerlas. No obstante, los municipales se opusieron y ocurrió el enfrentamiento. 

Finalmente, ATM refiere que no existen los privilegios para ningún vehículo y que todos los medios de transporte deben respetar las normas de tránsito y el espacio público.  

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