Óscar Yancha, de 37 años, quien registra antecedentes penales por asesinato y sería presunto miembro de la organización criminal conocida como Freddy Krueger, habría sido el objetivo del adolescente que la tarde del domingo 20 de julio disparó en al menos cinco ocasiones para perpetrar el ataque.

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Sin embargo, uno de los disparos impactó en la espalda de Andrew, un niño de 5 años que jugaba en el portal de la casa de sus abuelos, en la calle 20 y la K, en el suburbio de Guayaquil. El pequeño falleció de manera instantánea.

El verdadero blanco del atentado, conocido con el alias de Guaco, sobrevivió pese a recibir tres impactos de bala. Permanece hospitalizado.

Un día después de este violento hecho se realizó la audiencia de formulación de cargos contra el adolescente que presuntamente efectuó los disparos. Al menor de edad, quien en noviembre próximo cumplirá 17 años, se le dictó prisión preventiva por el delito de asesinato.

Doble dolor para una madre

La abuela paterna del infante asesinado pidió a las autoridades judiciales que no sean condescendientes con el autor del crimen que le arrebató a su único nieto.

“Andrew, mi único nieto. Su padre, Christian Bajaña, fue asesinado el 17 de mayo pasado en un club nocturno de Guaranda. El niño fue una víctima colateral, al igual que mi hijo, quien vendía espejos. Nosotros vamos a los pueblos a entregar nuestra mercadería”, expresó entre lágrimas.

Por su parte, la abuela materna reveló que durante la audiencia, el adolescente capturado por la muerte de su nieto confesó que disparó porque le pagaron.

“Mi nieto iba a cumplir 6 años en septiembre y estaba en primero de básica. El sicario dijo que lo mandaron a hacer ese ‘trabajo’ y que le pagaron por eso. Tanto la persona a la que iban a matar como el que disparó son del mismo sector”, manifestó la señora con indignación. (AEB)

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