El ingreso de mujeres embarazadas con Covid-19 al hospital IESS Quito Sur preocupa a los médicos...

En dos semanas, en esta casa de salud atendieron a seis pacientes gestantes. De ese número, la mayoría tuvo que ser llevada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Afortunadamente, todas las progenitoras lograron sobrevivir. Sin embargo, no pasó lo mismo con sus bebés porque en estos casos se tuvo que terminar con el embarazo.

Ana Belén Veintimilla, coordinadora de UCI para adultos del hospital, detalló que la decisión se tomó como parte del tratamiento. “Cuando a una mujer embarazada se la intuba, prácticamente es inevitable una interrupción del proceso de gestación”.

La especialista explicó que los síntomas son más graves en esta condición. Además, la dificultad para atender a una gestante crece dependiendo del tamaño de su vientre.

“Si tiene pocas semanas de embarazo, la situación es más manejable. Pero no cuando el abdomen es más grande”. Esto porque la mujer tiene que ser colocada bocabajo para mejorar su respiración y con una etapa más avanzada de gestación este método se complica.

Más riesgos

Pero no solo la intubación es un riesgo para una embarazada, según el epidemiólogo David Larreátegui. También existe el problema de que la paciente no podrá recibir ciertos medicamentos por su estado.

“Aquí se debe analizar la terminación de un embarazo porque hay una alta probabilidad de que el feto resulte afectado por la toxicidad de las medicinas que se usan para combatir el virus”, acotó. Aunque no solo hay ese problema.

Conforme el virus avance en los pulmones de una madre gestante, los médicos no podrán hacerle rayos X. Larreátegui indicó que estos procedimientos están contraindicados debido a la radiación, salvo que sea estrictamente necesario.

Población de riesgo

Francisco Mora, coordinador de Vigilancia Epidemiológica e Infectología del IESS Quito Sur, detalló que con la llegada de estas pacientes se está creando un nuevo grupo prioritario. Algo que no pasó durante la etapa crítica de la pandemia. Y esto es muy preocupante porque, con el paso de los meses, nuevamente se estarán creando listas de espera para la atención de pacientes.

“Cuando haya mujeres embarazadas que necesiten camas UCI, entonces tendremos que darles prioridad a ellas. Pero esto aumentaría la mortalidad de la gente que estuvo esperando un lugar para ser atendida”, acotó.

Por eso, para Eduardo Castro, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Neumología, es muy importante que se vacune a esta población. “No existen contraindicaciones de que las dosis alteren el ADNde los fetos”, finalizó.

Luego de que se confirmara la presencia de dos casos de la variante delta del COVID-19 en Quito, el Comité de Operaciones de Emergencias (COE) nacional detalló, en un comunicado, que se aplicó el cerco epidemiológico para evitar la propagación del virus. En todo el país, según la entidad, existen otros 28 casos: 26 en El Oro y dos en Cuenca. Por ello, se exhortó a los COEquiteño y cuencano que se disminuyan los aforos del 50 por ciento en espacios cerrados y 75 en los abiertos. Lo mismo en el transporte público (50 por ciento).