Geovanny Araujo tenía recelo cuando pelaba cocos con un ‘matachanchos’, en el Centro Histórico.

La mañana de ayer, el comerciante se enteró de que el Municipio aprobó una ordenanza que sanciona el uso y comercialización de armas blancas en el espacio público. El hombre se ponía nervioso cuando pasaba un policía cerca de él. “No sabría qué decirles si me quieren quitar mis herramientas de trabajo”.

Araujo tiene dos cuchillos y una especie de minimachete. Cada uno tiene su función. Con el más grande quita la corteza de la fruta y con los pequeños termina de pelarla.

El comerciante está de acuerdo con esta normativa porque en donde trabaja, La Marín, según él, hay robos a diario. Añadió que en ocasiones ha tenido que esconder los cuchillos cuando hay broncas entre delincuentes, por temor a que se los quiten y los usen como armas.

Controles

Guido Núñez, director metropolitano de Seguridad Ciudadana, señaló que desde la tarde de ayer entró en vigencia la ordenanza y que mientras tanto estaban socializando la normativa con los ciudadanos.

El funcionario destacó que esta medida pretende reducir el índice de violencia en la ciudad, a sabiendas de que, en lo que va del año, de los 57 homicidios intencionales que se han dado, en el 42 % de ellos se emplearon armas blancas.

Los operativos de control se iniciaron ayer en Quitumbe, La Mariscal y el Centro Histórico.

Se le recuerda a la ciudadanía que la persona que no justifique el porte de un cuchillo puede ser sancionada con un salario básico. Y si hay reincidencia, la multa se duplica.

Darío Tituaña, morador del Centro Histórico, comentó que las autoridades deben especificar más sobre las sanciones y cómo harán el control porque “hay estudiantes que llevan estiletes por sus clases o quienes, del miedo, llevan una navaja como protección personal”.

Ante esto, Núñez señaló que los operativos se concentrarán en los lugares con mayor incidencia en el uso de ‘chuzos’ para cometer delitos. “Solamente se sancionará a quien no justifique su tenencia”, aclaró.