Cansados de la suciedad, malos olores e inseguridad en un callejón en estado deplorable, están los moradores de un sector de la ciudadela Sauces 5, al noreste de Guayaquil.

Se trata de un angosto pasadizo de alrededor de dos metros de ancho y 100 metros de extensión, que divide los perímetros de la Escuela de Educación Básica Particular Universidad Católica y el Colegio Fiscal Técnico Provincia de Bolívar.

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Este cruce, según cuentan los residentes de la zona, genera inconvenientes debido a la pobre iluminación, además que los postes de luz tienden a dañarse muy seguido, por lo que en ese callejón suelen reinar las tinieblas.

“Yo de noche ni ‘loca’ paso por ahí. Eso aparte de estar superoscuro, es peligroso, pasa gente rara y consumidores de droga. Si cruza se va a fijar que ahí hace sus necesidades la gente de la calle. Dejan muebles, inodoros y escombros de construcción, eso ya es un botadero. Se ha denunciado muchas veces al Municipio, pero no responden nada”, aseveró Valeria Silva, residente.

Los más perjudicados son los alumnos de la escuela que queda al lado, pues muchos tienen que pasar por ahí con sus padres a la hora de entrada y salida, además de que debido a una tubería rota de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) que también colinda con el callejón, tienen que aguantar los olores y vapores nauseabundos de las aguas servidas.

Durante el recorrido de EXTRA por el callejón, se pudo corroborar que los malos olores son intensos, por lo que los residentes han colocado tablas y piedras para formar un camino que les permita pasar sin pisar las aguas llenas de excrementos y desechos. Para colmo, a lo largo del pasadizo hay harta basura, prendas íntimas desgarradas, así como colillas y fundas de droga vacías dejadas por los consumidores.

¿Prohibido robar?

“Aquí (en Sauces 5) hay poca delincuencia porque la gente es unida y se conoce. A usted desde que lo vi en la esquina de una dije ‘este no es de por aquí’. Cuando pasan personas raras o desconocidas, los vecinos enseguida se comunican para decir ‘pilas que tenemos visita’ y salen a ‘frentear’ para echarlos. Aquí está prohibido robar. Si te cogen robando te dan palo”, indicó Dari Molina, cuidacarros de 54 años que vive en esta ciudadela desde hace 46.

Estas aseveraciones fueron refutadas por otra residente del barrio, que prefirió no identificarse por su seguridad, pues aseguró que las bandas criminales tienen en zozobra el sector, especialmente a los comerciantes.

Sobre el callejón, comentó que están preocupados porque la zona de por sí se inunda con facilidad. Por ello, desde ya prevé que cuando empiecen las lluvias, toda la basura que está allí irá a parar a la calle y tapará las alcantarillas, empeorando la situación.

Aseguró que ya se han contactado con la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag), para que realice una limpieza y repare una cañería rota, pero hasta ahora no han recibido respuesta.

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