Un grupo de pillos habría tomado como centro de operaciones una vereda en los exteriores de la iglesia San José, ubicada al final de la calle Quinta del sector Las Malvinas, en el sur de Guayaquil. Es lo que, bajo reserva y con temor, sostienen algunos lugareños.

Los últimos casos se suscitaron en un lapso de una hora, entre las 23:30 del miércoles 2 de febrero y las 00:30 del día siguiente.

En el primer hecho violento resultaron heridos de bala dos jóvenes que, junto a dos adultos y un niño, se movilizaban en un taxi, según se detalla en un reporte policial. En el escrito también se menciona que las víctimas, de 19 y 21 años, estaban fuera de peligro.

Los perjudicados, en una versión preliminar rendida a los agentes, contaron que unos sujetos que estaban parados en una esquina de la iglesia los abordaron y empezaron a disparar en contra del vehículo.

Una moradora que escuchó los disparos comentó que los delincuentes tendrían la costumbre de robar a las personas que cruzan por el sector. “No es la primera vez que esto pasa”, lamentó.

Una hora después, los gritos de un hombre que pedía ayuda volvieron a alarmar a la barriada. Se trataba de un taxista informal, de 20 años, que había sido secuestrado cinco horas antes por tres sujetos que fingieron ser clientes.

En la intersección de la avenida Quito con la calle Manabí, los individuos se habían embarcado al vehículo de la víctima y le pidieron que los llevara a la Isla Trinitaria, pero en el camino lo amenazaron con un arma de fuego, lo mandaron a la cajuela y lo llevaron a una casa que está a pocos metros de la iglesia.

En ese lugar fue atado y custodiado por otros compinches, bajo la promesa de que no lo matarían, porque solo querían su carro para matar a alguien. Sin embargo, el joven escapó a pesar de los golpes recibidos. Los moradores lo ayudaron.

Otro sector

Un recaudador colombiano recibió un disparo en el hombro durante un robo, cerca de las 17:00 del miércoles, en el sector Juan Montalvo, del noroeste porteño. Su situación era estable.