La agonía de una madre, al no saber el paradero del segundo de sus cuatro hijos, Alfredo González Miranda, terminó con un amargo desenlace en el Laboratorio de Criminalística de Guayaquil. Allí la mañana de ayer fue llevado su vástago, luego de ser retirado del estero Las Ranas, en Las Malvinas, sur porteño.

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Familiares de Alfredo, de 26 años, desconocían de su paradero desde la tarde del pasado martes. Veinticuatro horas después, al ver que no regresaba, comenzaron la búsqueda. “Puse la denuncia en la Fiscalía. Fuimos a buscarlo por Los Esteros, por varios sectores del sur, pero no hubo respuesta”, dijo la afligida progenitora.

La mañana de ayer, nuevamente acudió a la morgue porteña, mientras hablaba con un policía, recibió una llamada telefónica de un familiar para informarle que Alfredo había sido hallado muerto. Tenía amarrada las manos y los pies con una cuerda verde. 

Pasada las 10:00 de este sábado 18 de noviembre el cuerpo fue llevado hasta el instituto forense para la autopsia respectiva.

Preliminarmente se conoció que el el fallecido presentaba golpes, hechos con un objeto contunde en la cabeza.