Los golpes que Liam, de 2 años y 10 meses, presentaba en su cuerpo alertaron a los médicos de una casa de salud de Guayaquil de que no se trataba de una caída o que se había atorado con una banana, como afirmó su padrastro.

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La mañana del pasado martes el pequeño fue llevado a un hospital, donde los médicos corroboraron que ya no tenía signos vitales. La autopsia reveló que la causa del deceso fue un trauma craneoencefálico y que además presentaba hematomas en su cuerpo, informó el teniente coronel Herbie Guamani, jefe subrogante del distrito Nueva Prosperina.

“Visiblemente, el niño tenía hematomas en todo el cuerpo. Fuimos alertados por los médicos del hospital, por lo que se procedió a la ubicación del padrastro, quien trasladó al menor al hospital. Este hombre y la madre fueron detenidos y llevados a la Fiscalía”, indicó el jefe policial.

En su defensa, el esmeraldeño Yandry Bone, padrastro del pequeño Liam, sostuvo que el niño se estaba asfixiando con un pedazo de banana y que por eso le golpeó la espalda y el pecho. La madre del niño alegó que dejó a su pareja al cuidado del bebé. La agresión ocurrió en un inmueble del sector Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil.

En la audiencia de formulación de cargos el juez que llevaba a cabo la audiencia dictó prisión preventiva en contra de Bone, por el delito de asesinato. A la madre le ordenaron medidas cautelares, debido a su estado de gestación. La instrucción fiscal durará 30 días.

El sociólogo Javier Gutiérrez, director de la Misión Alianza, afirma que los maltratadores son personas que en su niñez y juventud han sufrido violencia en su hogar y que no han crecido en un entorno adecuado emocionalmente.

“Uno de los efectos que genera el maltrato es que, cuando forman un hogar, esos familiares se convierten en un riesgo latente. Es decir, son el reflejo de la vida que ya tuvieron. Solo en el noroeste de Guayaquil atendemos a diario a un promedio de 10 mujeres que llegan junto a sus hijos a pedirnos ayuda y orientación”, señala Gutiérrez. (AEB)

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