Tendido sobre un matorral quedó el cadáver de un hombre cuya identidad, hasta ayer, no podía ser establecida, pues en la escena no se hallaron documentos o indicios que permitieran conocer más detalles.

El hallazgo ocurrió durante un patrullaje de rutina del Ejército, en un sector desolado detrás del Bosque Protector Papagallo, a unos 20 minutos de Monte Sinaí, en el noroeste de Guayaquil, la tarde del martes 30 de marzo.

A 1,3 kilómetros del sitio se encuentra el campamento de la Unidad Especial de Seguridad Sinaí, de las Fuerzas Armadas. Una patrulla, al mando del teniente Henry Vizuete Fernández, salió a hacer su recorrido habitual por los terrenos del sector, para evitar que se generen nuevos asentamientos. Y en el camino, el oficial se llevó una sorpresa al encontrar el cadáver.

El uniformado alertó a la policía y cuando los peritos de Criminalística arribaron descubrieron que la víctima había sido ejecutada en el lugar, pues hallaron allí siete casquillos.