Era sargento primero y estaba a 22 de días de cumplir 22 años como policía, pero la muerte lo sorprendió por la espalda. Agustín Napoleón Guamán Tiñe recibió siete de las once balas que descargaron en su contra, a las 13:00 del martes 8 de junio, en Guayaquil.

Los criminales llegaron a bordo de una motocicleta y lo atacaron mientras lavaba su vehículo en la vía principal del bloque 1 de Flor de Bastión, en el noroeste porteño, a 500 metros de la casa donde habitaba con su esposa e hija.

Quienes observaron la escena, en su afán de ayudar, trasladaron a la víctima al hospital de la Policía Nacional, pero en el trayecto falleció.

Ayer por la mañana sus restos eran velados en su inmueble, bajo custodia policial y con una corte de honor. Al lugar llegaron también algunos de sus compañeros, como el sargento Víctor Acosta, quien lo superaba en antigüedad.

“Nuestra profesión es así de delicada. Uno hace su trabajo y no sabe las represalias que puedan existir (...). Él (Guamán Tiñe) ya podía jubilarse, pues cumplía con los requisitos, pero lamentablemente esta situación hizo que se nos adelantara...”, comentó el uniformado.

Para Calixto Alfonso, compañero de promoción de la víctima, “Agustín Napoleón fue alguien que siempre buscó hacer bien su trabajo. Era bastante meticuloso. Así fue siempre, desde antes de graduarnos como policías. Este 30 de junio nuestra promoción cumplirá 22 años. Él ya no estará para celebrarlos”, lamentó el amigo.

Y es por sus labores como agente que, según las investigaciones preliminares, lo habrían asesinado, pues el comandante zonal de la Policía, general Fausto Buenaño, informó que al sargento Guamán lo habían amenazado de muerte horas antes del atentado.

El jefe policial explicó que, a pesar de estar en sus horas de descanso, Guamán Tiñe colaboró en un operativo policial que llevó a la aprehensión de tres sospechosos, uno de ellos menor de edad. Este último habría intimidado al agente.

Es por eso que las investigaciones apuntaron a su localización, porque debido a su condición de adolescente estaba en libertad. Sin embargo, no pudo ser vinculado en la investigación por asesinato.

No obstante, la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) seguiría con las investigaciones. Por ese motivo, un grupo de agentes, vestidos de civil, recorría las zonas cercanas a la escena del crimen, para conseguir indicios o alguna grabación que permita identificar a los asesinos.

De esa forma consiguieron el vídeo captado por el sistema de vigilancia de una ferretería, en el que se observa a los criminales cuando huyen en una moto. Esas imágenes serían analizadas en el Laboratorio de Criminalística.

Los familiares del fallecido sienten temor

Durante el velatorio, un pariente contó que Agustín Napoleón era oriundo de la provincia de Bolívar, pero estaba radicado en Guayaquil desde antes de graduarse como policía.

También mencionó que en la familia existe temor por represalias que pudieran tomar las personas que lo mataron.

Por ese motivo evitaron citar el cementerio y la localidad en la que sería sepultado. Tampoco señalaron si la Policía le brindaría algún otro tipo de honra fúnebre.

No obstante, antes del mediodía la institución informó que a las 14:00 se montaría una capilla ardiente y se realizaría una misa en las instalaciones del cuartel Modelo. Luego de eso se procedería con el sepelio.