En la casa no quedaban cuchillos a la vista. Todos habían sido escondidos porque un adolescente, de 17 años, ya había intentado asesinar a su padre hace un par de semanas, después de salir de un centro de rehabilitación para adictos, en el que presuntamente lo maltrataban.

El menor de edad responsabilizaba a sus familiares, especialmente a su progenitor, por todo el mal que había sufrido, comentó una allegada, la mañana del viernes 4 de marzo.

Es por ese motivo que habría cultivado rencor en su contra y a la primera oportunidad de atentar contra su vida que se le presentó, no habría dudado en eliminarlo. Fue así que a las 14:30 del jueves, habría aprovechado que una niña cortaba maleza con un cuchillo para quitárselo y agredir a su papá, en el portal de su casa, en la cooperativa Janeth Toral, del noroeste de Guayaquil.

El hombre, de 44 años, corrió hacia su inmueble, pero el adolescente habría logrado superar los obstáculos que le impedían ingresar y presuntamente lo asesinó con 16 puñaladas en diferentes partes del cuerpo.

La víctima quedó tendida en el piso, entre una cama y una lavadora, y los testigos no pudieron hacer mayor cosa para salvarlo, mencionó una pariente, quien acotó que el sospechoso huyó del sitio, pero fue localizado en un sector cercano y aprehendido por la Policía Nacional.

Al perjudicado, tampoco los paramédicos de las entidades de emergencia le pudieron brindar ayuda a tiempo, porque el inmueble se encuentra en un sector de complicado acceso y, cuando la ayuda llegó, ya no tenía signos vitales, relató una vecina.

El jefe distrital de la Policía, coronel Carlos Ortega, informó que en el sitio del suceso encontraron “la presunta arma homicida” y reiteró que el crimen se suscitó “en un lugar de muy difícil acceso, en la parte alta, con vías de tercer orden, más aún en invierno”.