A la voz de “¡alto, policía!”, los empleados de una distribuidora de carne de cerdo quedaron ‘congelados’ y no supieron cómo reaccionar, pues no se esperaban la llegada de unos agentes a su lugar de trabajo y mucho menos que ingresaran por su jefe.

Sin embargo, bastaron pocos segundos para que notaran que no eran policías reales, pues los amedrentaron con sus armas y luego sacaron a la fuerza al propietario del negocio, para embarcarlo en un automóvil gris, cuya marca y modelo no recordaban.

Además, mientras escapaban, los delincuentes dispararon por al menos dos ocasiones, para evitar que los persiguieran.

El hecho se suscitó a las 20:00 del martes 24 de junio, en la cooperativa Nueva Luz, cerca de la ciudadela Florida, en el norte de Guayaquil.

“Tenían chalecos verdes. Fueron tres los que bajaron y, al parecer, había otro en el carro esperando”, rememoró uno de los empleados del sitio, que ayer funcionaba con normalidad.

Otro de los dependientes comentó que su jefe estuvo secuestrado por al menos cuatro horas y que fue abandonado en la vía Perimetral, en la zona del viaducto de la Prosperina.

Los trabajadores desconocían el perjuicio del delito. 

El jefe policial del distrito Florida, coronel Mario Corrales, mencionó que prefería no pronunciarse porque el caso seguía en investigación previa, que es reservada.

En el sistema de la Fiscalía, no constaba que la víctima hubiera presentado una denuncia por este hecho.