En la Asamblea Nacional, el partido Unión por la Esperanza (UNES) juntó 47 firmas para oficializar el pedido de destitución del presidente Guillermo Lasso. Muchos de los legisladores se pronunciaron en sus cuentas de Twitter. Marcela Holguín, por ejemplo, puso su cargo "a disposición". Viviana Veloz, en cambio, publicó que no puede "permanecer de brazos cruzados, aferrada a mi cargo, mientras el país se desangra".

Los parlamentarios se sustentan en el artículo 130 de la Constitución. En el numeral 2 se contempla la destitución por grave crisis política y conmoción interna. Esto está ligado a los 12 días de Paro Nacional que se vive.

Eran 46 firmas las necesarias para continuar con el trámite. El siguiente paso involucra al presidente del Palacio Legislativo, Virgilio Saquicela, quien deberá convocar al pleno a una sesión ordinaria o extraordinaria para tratar el tema. Tendrá que hacerlo con 24 horas de anticipación.

Luego, la Secretaría General de la Asamblea Nacional notificará al mandatario la hora y fecha de la sesión. Con esto se garantiza su derecho a la defensa. La normativa indica que, en caso de que Lasso no comparezca se inicia un proceso de destitución en rebeldía.

En esa sesión, el presidente deberá presentar pruebas de descargo para responder al pedido de destitución. Cuando su intervención termine, se iniciará el debate. Allí, podrán participar los parlamentarios, pero no tendrán derecho a réplica. Su intervención durará máximo 10 minutos.

Al concluir esta jornada, la Asamblea tiene 72 horas para resolver el tema. En ese lapso analizará las pruebas presentadas por Lasso. Finalmente, se necesitan 92 votos, es decir las dos terceras partes de los legisladores para dar paso a la destitución.

En ese caso, será Alfredo Borrero, el vicepresidente, quien asuma el cargo del primer mandatario. Sin embargo, su cargo no será permanente, ya que tendrá que llamar a elecciones anticipadas. La legisladora Patricia Núñez dice que esto no es "golpismo" y que lo único que han pedido es adelantar las elecciones.