Fue duro. Luego de quince días de dolor, oraciones y plegarias; y gracias a la colaboración de los bomberos y la comunidad, "al fin puedo dar cristiana sepultura a mi hijo”, señaló Amparito Guichay, madre de Edwin Santiago Villa, de 33 años, quien el pasado 27 de marzo del 2022 fue arrastrado por un aluvión hasta las aguas del río Tomebamba, en la localidad rural de Sayausí, oeste de Cuenca.

“Fue una revelación que él (Edwin), a través de un sueño, nos dio indicios del lugar donde estaba su cuerpo”, adujo la mujer. Contó que la noche del sábado 9 y la madrugada del domingo 10 de abril, su esposo había soñado que su hijo estaba bajo un árbol llorón y entre las ramas. Ese sueño contribuyó a que “vayamos los vecinos, familiares y socorristas, al sitio similar al que soñó mi marido, y ahí estuvo”, decía Amparito.

La víctima había sido arrastrada por el afluente por cerca de 30 kilómetros del sitio donde ocurrió la tragedia, fue hallada la tarde del domingo 10; atascado entre las raíces de un viejo sauce llorón, a la orilla derecha del afluente y frente al hospital Universitario del Río, este de Cuenca.

“Tenía la mano levantada, como queriendo decir aquí estoy”, y esa ayuda llevó a localizar el cuerpo de Edwin, añadió Amparito.

En las labores de recuperación del cadáver participó personal del Cuerpo de Bomberos y del Grupo de Operaciones Especiales (GOE); además, unidades de investigación de la Policía Nacional para cumplir con el debido procedimiento. Finalmente, el cuerpo fue llevado al Centro Forense y luego de los trámites judiciales, fue entregado a sus familiares, quienes indicaron que el martes 12 de abril, será sepultado en el cementerio parroquial de Sayausí, su natal parroquia.