La esperanza de María Tixilema se fue como el agua cuando dentro de la cisterna comunitaria encontraron flotando una de las zapatillas de su hija.

Los buzos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), guiados por la intuición, buscaron y a siete metros de profundidad hallaron los cuerpos de Bella, de 10 años, y Mateo de 7.

Los hermanos Yanchiliquín fueron reportados como desaparecidos desde las 15:00 del miércoles 16 de junio y a la misma hora del jueves los descubrieron ahogados.

María no podía hablar del dolor que sentía. Solo recordó que los vio jugando en el patio de la casa, después se fue a trabajar y a las 18:00 que regresó ya no encontró a sus hijos.

El hallazgo sucedió en el barrio Bellavista, de la parroquia Benítez, cantón Pelileo, de la provincia de Tungurahua.

El área donde queda la cisterna está protegida, pero sospechan que los niños se han arrastrado por debajo del cerramiento.

El capitán Paulo Vitero, jefe de la Dinased en Tungurahua, informó que, al parecer, el niño fue el primero en resbalar y su hermanita por tratar de rescatarlo también cayó y se ahogó. (YIE)