El condado de Maui, en Hawái, es uno de los más afectados por el incendio forestal que -al cierre de esta edición- han acabado con la vida de 99 personas, de las cuales solo 3 han podido ser identificadas, según datos del Departamento de Policía de Maui.

Esta cifra puede incrementar debido a la posibilidad de que se hallen más cadáveres entre las ruinas carbonizadas de la ciudad de Lahaina, antigua capital del reino hawaiano que ha sido destruida en casi un 80 %.

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Al momento, se reporta que 85% del incendio en Lahaina está contenido, sin embargo, también se reporta la desaparición de unas mil personas.

La intensidad de los incendios ha hecho que los residentes se vean obligados a huir hacia el océano, lo que refleja la magnitud de la desgracia. “Es el mayor desastre natural que

hemos vivido”, declaró el gobernador de Hawái, Josh Green.

Según registros oficiales de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios, este siniestro es el más mortífero en más de cien años en Estados Unidos, pues fue en 1918, cuando murieron 453 personas en Minnesota y Wisconsin.

Aun en la agonía, hay historias como la Rosie Julaton, quien acogió a 23 personas de 5 hogares distintos de una familia que lo perdieron todo después de que fueron evacuados de Lahaina.

Estos incendios empezaron el martes 8 de agosto y sus causas aún están siendo investigadas. Expertos afirman que la propagación rápida del fuego se pudo dar por fuertes vientos y condiciones climáticas secas de las islas.

A las 15:00 de cada día, la Patrulla Civil Aérea de los Estados Unidos anuncia importantes mensajes los ciudadanos de Maui.

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