Homenaje a los Héroes del 10 de Agosto

El Concejo Metropolitano de Quito, en Sesión Ordinaria de este jueves 9 de agosto, rindió homenaje a los Héroes del 10 de Agosto de 1809, por el Primer Grito de la Independencia. El Alcalde de la capital, Mauricio Rodas, junto a los ediles colocaron una ofrenda floral en la Plaza de la Independencia, en el centro de la urbe.

“Conmemoramos 209 años de aquella hazaña, un grito de libertad que irradió a todo el continente americano, lo que con mucho orgullo los quiteños recordamos al señalar a nuestra ciudad como la Luz de América porque en efecto lo fue, hubo países como Bolivia, Venezuela, Colombia, Guatemala que siguieren el ejemplo de Quito y emprendieron también gestas libertarias, que sentaron el sendero de lo que iba a ser toda nuestra América, un continente que jamás se sometería a la tiranía del autoritarismo y mucho menos a alguien que imponga el destino de nuestros pueblos”, dijo el burgomaestre.

Mientras tanto, en su discurso la concejala Daniela Chacón, dijo que el 10 de Agosto de 1809, no es un hecho aislado de la historia del Ecuador, ni de Quito, ni de América Latina, sino que por el contrario es producto de la lucha ancestral de nuestros pueblos. Tras recordar a los héroes de la independencia, resaltó también el papel desarrollado por la mujer en esa lucha libertaria, y la lucha de cientos de mujeres, que cada día en Quito, salen a trabajar y luchar por una mejor ciudad para sus hijos.

Aquel 10 de agosto de 1809 los hijos de españoles nacidos en América, se rebelaron con el pretexto de defender la independencia de España, por ese entonces invadida por Napoleón, se constituyó la junta de Quito y se izó la bandera roja como emblema de la nueva presidencia. Esta acción fue consecuencia del afincamiento y crecimiento de las ideas libertarias propulsadas por Eugenio Espejo influenciado a su vez por eventos mudiales como: la revolución francesa y la independencia de los Estados Unidos.

La noche del 9 de agosto de 1809, un grupo integrantes de la sociedad criolla de Quito se reunió en la casa de Manuela Cañizares para definir una estrategia. Cuentan que esa madrugada, ante la falta de motivación de algunos de los presentes, Manuela les increpó con una dura frase: “¡Cobardes...hombres nacidos para la servidumbre ¿De qué tenéis miedo...? ¡No hay tiempo que perder...!”.

Esa madrugada se conformó la Junta Soberana de Gobierno, que tuvo como autoridades principales al Marqués de Selva Alegre, Juan Pío Montúfar, y al obispo José Cuero y Caicedo, como presidente y vicepresidente respectivamente. Los doctores Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez de Quiroga y Juan Larrea fueron nombrados como secretarios de Estado, despachos de lo Interior, de Gracia, Justicia y Hacienda.

Muy temprano, el doctor Antonio Ante, secretario general de la Junta de Gobierno, visitó a don Manuel Urriez, Conde Ruiz de Castilla y presidente de la Real Audiencia de Quito, para comunicarle que la Junta de Gobierno lo relevaba de sus funciones. En su primer decreto se destituye a todos los miembros del entonces Gobierno de la Real Audiencia de Quito.

Controlada la situación militar, el Coronel Juan de Salinas realiza las prisiones correspondientes a las autoridades del Gobierno anterior. Antes de media noche del 10 de agosto de 1809, los quiteños salieron a las calles con antorchas, y se dirigían a la plaza de la independencia, donde el Coronel Juan de Salinas les dirigió unas palabras, les hablo de la libertad, del respaldo al Rey de España, cuyas tierras habían sido invadidas por Napoleón Bonaparte. Para después gritar un Viva la libertad, “Viva La Independencia”, que fue el primer hecho de reflexión e influencias históricas realizado en el nuevo mundo. Grito que dio origen al calificativo de: “Quito Luz de América” y “Primer grito de independencia”.

En la Sala Capitular de San Agustín, se procede a suscribió el Acta donde se redacta el glorioso 10 de agosto de 1809. Sin embargo, la junta presidida por el Marqués de Selva Alegre, gobernó apenas un año, luego de lo cual, los patriotas insurrectos fueron encarcelados por las fuerzas leales a la corona española que llegaron desde Lima. Allí se propició la terrible matanza del 2 de agosto de 1810.

“Hoy vemos con optimismo que es posible defender esos principios y valores y lograr que sean respetados por las instituciones del Estado. Pero nunca debemos bajar los brazos, mantenernos siempre alertas para que aquella visión de la gesta libertaria del 10 de Agosto de 1809, la memoria de nuestros héroes caídos el 2 de agosto de 1810 y aquellos que también dieron su vida en la Batalla de Pichincha de 1822 que dio paso a la libertad y a la creación del Ecuador, se mantenga siempre intacta y sea también fuente de inspiración para nuestros actos diarios y futuras generaciones”, finalizó Rodas.