El crimen registrado la tarde del lunes 23 de junio del 2025, en el que asesinaron a un hombre de 62 años, ha conmocionado a los habitantes de Santa Rita, un barrio popular situado en el sur de Quito. La víctima comparaba medicamentos junto a su pareja dentro de una farmacia de la calle Cusubamba cuando llegó un sicario y le disparó por varias ocasiones. 

El señor victimado fue identificado como Jhon Kennedy Cárdenas Pavón, quien vivía a menos de una cuadra de donde le dispararon. Según la trabajadora del establecimiento, ella iba a cobrar el dinero de los productos que había adquirido Cárdenas cuando escuchó disparos. Ella trató de esconderse y observó que un sujeto vestido con un poncho gris disparó por varias ocasiones en la humanidad del morador. 

Luego llamó a la central de emergencia ECU 911 para alertar de lo que había sucedido. Sin embargo, cuando llegaron los paramédicos solo confirmaron el deceso de Cárdenas, quien tenía varios impactos de bala en su rostro, cuello y cuerpo. 

Según las primeras investigaciones, el sicario habría llegado en una motocicleta junto a otro tipo y presuntamente había otro vehículo de las mismas características delante de ellos. Estos últimos habrían seguido a su víctima y luego confirmado al criminal para que cometiera el delito. En el lugar de los hechos los policías levantaron nueve indicios balísticos. 

Qué hipótesis se maneja del crimen

Agentes de la Unidad de Muertes Violentas dialogaron con vecinos y familiares de la víctima. Uno de ellos señaló que Cárdenas trabajaba en una operadora portuaria de Guayaquil. Esta empresa tiene más de 20 años de experiencia ofreciendo servicios a la cadena logística de varias marcas nacionales e internacionales. La víctima, según su pariente se desempeñaba como guardia de seguridad del transporte marítimo. 

Entre las funciones principales del hoy fallecido estaban supervisar la carga que ingresaba y salía del país. La empresa en la que trabajaba manejan un volumen anual de 229 buques y 2'791,865 de toneladas métricas de carga movilizada. Esta es información valiosa para los agentes, quienes hasta el cierre de esta nota digital no tenían una hipótesis clara del crimen. 

El método de trabajo de Cárdenas era laborar 15 días consecutivos en Guayaquil y descansar 15 días, tiempo que lo dedicaba a su familia, en la capital. La víctima había llegado el 15 de junio y se encontraba en sus días libres. La tarde del crimen había ido a visitar a uno de sus hijos. Luego de permanecer 30 minutos en su casa le indicó que se iba a la farmacia a comprar unas medicinas y allí ocurrió la tragedia. 

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