Un estremecedor caso sacude a Brasil. Un niño de 14 años, identificado como Camilo Aldebaran, asesinó a sangre fría a sus padres y a su hermano de apenas 3 años, luego de una discusión porque no le permitían conocer en persona a su novia virtual. Los hechos ocurrieron el pasado 21 de junio en Río de Janeiro.

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Según las autoridades, el joven había sostenido durante seis años una relación a distancia con una adolescente de 15 años, a quien conoció en un videojuego en línea cuando ambos eran niños. La relación fue creciendo con el tiempo, y finalmente derivó en un trágico desenlace.

Grabaciones revelan instigación al crimen

Tras la confesión del menor, la Policía recuperó grabaciones de llamadas y mensajes en los que la joven instaba directamente a Camilo a cometer el crimen. Según informó Carlos Augusto Guimarães, jefe policial a cargo de la investigación, en los audios se escuchan conversaciones sobre cómo deshacerse de los cuerpos, llegando incluso a considerar alimentarlos a cerdos o incinerarlos.

“Lo que vimos fue un total desprecio por la vida humana”, declaró Guimarães.

La frase que desató la tragedia

La presión por parte de la menor habría aumentado en los días previos al crimen. Según la investigación, la adolescente le exigió a Camilo que viajara a conocerla y lo desafió diciendo: “Si me amas, sé un hombre”. Ante la negativa de los padres a permitir el encuentro, el joven reaccionó con violencia letal.

Plan macabro y ejecución

La tragedia no solo incluyó el asesinato de los padres del menor, sino también de su hermano pequeño. Luego de los homicidios, el adolescente ocultó los cuerpos y, según las pruebas, intentó manipular la escena del crimen. Incluso, su pareja le sugirió que hiciera que las huellas de su hermano quedaran en el arma para desviar sospechas.

Las autoridades también encontraron mensajes donde ambos adolescentes discutían la posibilidad de hacer lo mismo con los padres de ella. Afortunadamente, ese plan no se concretó.

Frialdad y complicidad de la pareja

Durante el interrogatorio, la joven de 15 años confesó su participación en el crimen, pero no mostró señales de arrepentimiento. Afirmó que fue presionada por Camilo, aunque las evidencias indican que fue cómplice activa antes, durante y después de los asesinatos.

“Lamentablemente, hemos verificado que ella participó en todo momento. Lo indujo, lo instigó y lo apoyó en cada paso”, aseguró Guimarães.

Investigación continúa

La Policía sigue investigando los detalles del caso, aunque el análisis forense se ha visto dificultado porque los cuerpos fueron parcialmente devorados por perros antes de ser encontrados. Mientras tanto, Camilo Aldebaran permanece detenido, al igual que su pareja, mientras la justicia define su situación legal en este estremecedor crimen que ha conmocionado a todo Brasil.

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