En la línea de frontera entre Ecuador y Perú que está cerrada, en la zona de Huaquillas, provincia de El Oro, la vida tiene un precio. En lo que va de 2021 se han dado 21 asesinatos.

Patricio Baquero, jefe de la Policía del Distrito, explicó que estas ‘bajas’ “han sido selectivas” y “tienen relación con organizaciones delictivas que buscan mantener la hegemonía en pasos no autorizados”, precisó.

“La vida pende de un hilo, pero también de un balazo”, refiere Ignacio Tinoco, residente de Huaquillas, quien por trabajo cruza a Aguas Verdes, en Perú.

A diario, extranjeros y ecuatorianos se arriesgan a utilizar una veintena de pasos ilegales en una frontera de 65 kilómetros, incluso pueden ser más, reconoce Baquero, quien asegura que trabajan en la identificación de esos puntos para tomar medidas.

Según lo acotado por el jefe policial, dos organizaciones delincuenciales lideradas por alias Peche, quien pertenecía a Los Choneros, y alias Pepito, de Los Lobos, quienes, desde las cárceles, estarían ejerciendo control en los pasos clandestinos.

“Los líderes de estas bandas se encuentran detenidos, uno está sentenciado a 30 años de prisión, pero quienes les secundan ahora están al mando de estas organizaciones”, narra.

El coronel Fabián Codel, comandante de la Subzona de Policía El Oro, explicó que con la frontera cerrada “se ha generado una economía ilegal y varias bandas criminales están tratando de apoderarse de los sitios”, donde cobran por pasar.

La gente que pasa paga un dólar en tres sitios del cruce y esa suma genera la disputa.

En días pasados, el alcalde Alberto Astudillo se reunió con las autoridades policiales, militares y más funcionarios para emplear una estrategia en materia de seguridad. (RS)