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Abusos sexuales: la sombra que sigue a la iglesia
En diversas oportunidades, el papa Francisco ha tenido que reconocer y pedir perdón por la revelación de nuevos casos de abuso sexual.

El papa Francisco en la cumbre antipederastia en el Vaticano.
Las denuncias de abusos sexuales realizados por sacerdotes han encabezado los titulares alrededor del mundo en los últimos años. En Latinoamérica y Ecuador también se presentaron casos.
En diversas oportunidades, el papa Francisco ha tenido que reconocer y pedir perdón por la revelación de nuevos casos de abuso sexual. En una carta dirigida a las víctimas, emitida el pasado agosto de 2018, el sumo pontífice dijo que “nunca se hará lo suficiente para reparar el mal hecho”, además pidió que se tomen medidas para prevenir estos abusos.
El 21 de febrero de 2018, El Vaticano celebró una Cumbre para tratar los casos de abusos sexual, a la cual, acudieron víctimas de varios países y donde también se integró el ecuatoriano Juan José Bayas, abusado por el sacerdote Luis Fernando Intriago. Según cifras citadas por CNN, existen cerca de 101 curas acusados públicamente por casos de acoso o abuso. Ahora, Extra recopila algunas denuncias y casos ocurridos en el país.
Guápulo
Una de las más recientes denuncias se efectuó en Guápulo, barrio ubicado al norte de Quito, donde el pasado 2 de febrero de 2019, una niña contó haber sido tocada inapropiadamente por Néstor Genaro B., el párroco de esa localidad. Según reportaron varios medios de comunicación, los padres de las menores confrontaron al sacerdote y acudieron a las autoridades.
Ante las acusaciones, el religioso dijo que solo realizó “cosquillas a las menores”. El 21 de febrero del mismo año, la Fiscalía informó que el religioso fue sometido a una evaluación psicológica sobre rasgos de personalidad. También receptaron el testimonio anticipado de la víctima. Según la información de esta institución, el primer sábado de febrero, “decenas de personas lanzaban insultos contra el sacerdote porque se habían enterado que durante las clases de catecismo”. La jueza Geovanna Palacios dictó la prisión preventiva para el clérigo.
Caso en Cuenca
Un caso que desató marchas en las calles de esa ciudad. Se trata de la denuncia presentada por Jorge Palacios, un hombre de actualmente 63 años, quien dijo haber sido abusado por el sacerdote César Cordero, una de las personalidades católicas más representativas de Cuenca.
“Yo era un niño. Él me había dicho que eso era un secreto de confesión, que no le podía decir absolutamente a nadie”, fueron las palabras de Palacios para CNN.
El hombre asegura que fue violado desde los 6 hasta los 14 años, mientras estaba en la escuela. El lunes 28 de mayo de 2018, se retiraron de la comunidad educativa donde regentaba el acusado; monumentos, efigies y otros elementos como muestra de rechazo ante las acciones del sacerdote.
La Arquidiócesis de Cuenca emitió un comunicado el pasado 30 de mayo de 2018, donde consta que “habiendo escuchado a los denunciantes y al imputado, el perito considera verosímiles las acusaciones”. En el mismo escrito, la institución católica pidió perdón por estos hechos.
Actualmente el sacerdote tiene más de 90 años y se encuentra en una casa de salud.
Caso en Guayaquil
El portal GKCity reveló una investigación sobre las acusaciones por abusos sexuales, por parte del padre Luis Fernando Intriago. Juan José Bayas, uno de los afectados, habló con Extra sobre esos acontecimientos.
El joven de 28 años contó que las víctimas de Intriago eran sometidas a la ‘dinámica del pecado’, que consistía en amarrarlos de manos y, sin camiseta, colgarlo del marco de una puerta de metal, mientras le daba golpes. En 2018, el Vaticano decidió la expulsión del cura Luis Fernando Intriago.
Testimonio de acoso
CNN presentó la historia de Patricia Barba, periodista y exreligiosa, que contó haber sufrido acoso por parte de dos sacerdotes mientras vestía los hábitos. La mujer, que dedicó quince años de su vida al servicio de la Iglesia, mencionó que uno de estos hechos incluso sucedió mientras se desarrollaba la eucaristía. “Se acercó en plena misa a darme la paz, y me tocó”, señaló.
“Vas con todo el corazón limpio, como si estuvieras en un jardín de rosas y no te esperas que encuentras un infierno ahí adentro”, fueron las palabras de la exreligiosa.
Según la información de CNN, este caso nunca fue denunciado ante la Fiscalía; sin embargo, Barba aseguró que habló sobre lo sucedido e incluso llego a encarar a su acosador.
Monseñor Eugenio Arellano, presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador, indicó para la cadena de noticias que anima a todas las mujeres “religiosas o no religiosas que hayan sido abusada por algún clérigo a que lo denuncie, que no tenga miedo. No daña a la Iglesia por denunciar”.
La postura de la Conferencia Episcopal
Ante la exposición de estos casos, la Conferencia Episcopal se pronunció en mayo de 2018 con varios ítems que resumen su postura frente a las denuncias.
Rechazo
1. “Expresamos nuestro rechazo a toda forma de abuso físico, psicológico y sexual contra menores, que pueda darse en las familias o en las instituciones públicas y privadas, por constituir grave delito que afecta a la persona en todas sus dimensiones...”.
Compromiso
2. “Nos comprometemos a tomar medidas preventivas contra este flagelo que afecta a nuestras familias, la Iglesia y la sociedad en general, siendo diligentes en la protección de las poblaciones vulnerables que nos encomiendan”.
Las víctimas
3. “Nos solidarizamos con cada una de las víctimas de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia y la sociedad en general, ofreciendo asesoría legal y acompañamiento psicológico y espiritual”.
No callar
4. “Asumimos la búsqueda permanente y sincera de la verdad y la justicia, a través de las denuncias de los abusos sexuales y de otra índole que se cometan al interior del seno familiar o de las organizaciones religiosas y de otra índole”.
Transparencia
5. “Valoramos el papel de los medios de comunicación y de las organizaciones sociales en la presentación y seguimiento de las denuncias para que los organismos competentes actúen con la máxima celeridad y transparencia, sin atentar contra los derechos de las víctimas ni la presunción de inocencia del agresor”.
El proceso
La Conferencia Episcopal también detalló los cuatro pasos que sigue el proceso canónico en estos casos: denuncia, investigación previa, Juicio de la Congregación para la doctrina de la fe, y decreto del Obispo.
La Iglesia ecuatoriana creó una comisión especial para tratar e investigar las denuncias de abusos sexual. En un artículo publicado en junio de 2018 por Medios Públicos, monseñor Arellano aclaró que los sacerdotes no tienen fuero de corte, y que deben ser juzgados según la ley.
El artículo 170 del Código Orgánico Integral Penal, sanciona con pena privativa de la libertad de 5 a 7 años a la persona que, en contra de la voluntad de otra, ejecute un acto de naturaleza sexual. Si la víctima es menor de seis años, se sancionará con pena privativa de libertad de siete a diez años.