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Familias marcharon contra la impunidad
Tres familias se unieron para recorrer las principales calles de Milagro y protestar por los procesos demorados en Fiscalía.

Los allegados llevaron pancartas hasta el Municipio.
Con el objetivo de demostrarle a las autoridades de que no desmayarán hasta hallar a los responsables de las muertes de sus seres queridos, tres familias se unieron para recorrer las principales calles de Milagro.
Pancartas, gigantografías y gritos en contra del sistema de justicia en las avenidas García Moreno y Juan Montalvo respectivamente.
Vistiendo una camiseta blanca y con la foto de su madre estampada en el pecho, Blanca Romero reclamaba por la lentitud en el proceso investigativo que se inició el 10 de septiembre del 2016, cuando Zoila María Parrales Rodríguez fue asesinada en el recinto El Otoño.
Resalta que aunque se logró sentenciar a uno de los implicados a 34 años de prisión, hay un segundo responsable de la muerte de su madre que sigue libre y por ello, espera que se lo coloque en la lista de los más buscados.
Similar situación es la que atraviesa Norma Centeno Bustamante, hija de Aidé Bustamante Peña, adulta mayor que hace 8 meses fue encontrada amordazada en su dormitorio, en la Av. Carlos Julio Arosemena, zona céntrica del cantón Milagro.
Para esta mujer, la lucha es porque a pesar de haberse encontrado huellas y demás vestigios en la escena del crimen, las autoridades —supuestamente— no han hecho nada para dar con los responsables de tan atroz crimen.
Es por eso que mediante la marcha pacífica, más allá de exigir justicia, pedían el cambio inmediato de fiscal: “Ocho meses han pasado y no sabemos nada sobre la muerte de mi madre”, gritó indignada.
El tercer caso que fue ventilado en esta marcha, fue el registrado el 3 de enero en un centro de rehabilitación de Milagro. Aquella noche, Hederson Javier Richard Olvera de 28 años de edad, murió en extrañas circunstancias y desde entonces, sus familiares han estado pendientes del avance del proceso investigativo.
Y mientras la marcha hizo una pausa en los bajos del palacio municipal, apareció el titular del centro de rehabilitación en el que murió el joven conocido como Mandingo y sus familiares, intentaron lincharlo.
Luego de casi una hora de gritos, la marcha terminó pero sus protagonistas afirmaron que se pondrán en contacto con quienes atraviesan por situaciones similares para formar una asociación que les ayudará a exigir justicia por sus muertos.