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El incendio de una casa dejó una familia dividida
Una mujer dejó sin vivienda a su familia y su esposo la denunció en la Fiscalía.
Nelson Cuero Castillo, propietario de la vivienda que fue incendiada por su esposa Lupe Narváez Portocarrero, volvió a la casa de su padre en busca de un sitio donde dormir.
Sus hijos, que también habitaban junto a la pareja, se trasladaron hasta la morada de Deleysi Cuero, la hija mayor quien ya vivía de forma independiente.
Tal ha sido el conflicto de esta familia en Chanduy, que ahora los Cuero-Narváez, tienen opiniones opuestas. Unos a favor del padre y otros, con la madre.
Los allegados de Nelson lo respaldan a él, mientras que sus hijos apoyan a doña Lupe, pues para ellos la provocación del incendio se dio por el coraje que tenía su madre con su esposo, por los maltratos físicos y psicológicos que recibía.
El rechazo de los hijos hacia el padre tomó más fuerza por la denuncia que Nelson presentó en contra de su mujer en la Fiscalía de Santa Elena. Él quiere que responda por lo que hizo: “Huyó y nadie sabe dónde está, pero en cualquier momento de seguro que la ley la va encontrar”, dijo.
Del otro lado están los hijos de este matrimonio, ellos creen que ambos deberían responder ante la justicia porque los problemas no sólo son de ahora sino desde hace mucho tiempo atrás: “¿Cuántas veces mi madre ha recibido golpe tras golpe?, ¡Que ahora él (padre) no se haga la víctima!”, comentó Deleysi Cuero.
GESTIÓN DE RIESGOS LLEGÓ CON AYUDA.
Los integrantes de la Secretaría de Gestión de Riesgos de Santa Elena fueron los primeros en acudir con ayuda humanitaria para los damnificados por el incendio del lunes 20 de noviembre en el barrio “Los Girasoles” del puerto de Chanduy. El aporte consistió en colchones, vajillas, víveres para 15 días y otros enseres que fueron entregadas en ambas viviendas donde se encuentran las víctimas del flagelo.