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Aficionado al voleibol ofreció jugar “como los dioses” y se infartó
Martín Reyes estaba por hacer un saque cuando se desplomó en el suelo. Sus amigos creían que se estaba pasando de bromista hasta que notaron sus expresiones de dolor. Le dio un infarto fulminante.
El comunero Martín Ángel Reyes, de 52 años conocido cariñosamente como Ñato perdió la vida la noche del martes 13 de noviembre cuando participaba de un partido de voleibol junto con un grupo de amigos, en la población de Libertador Bolívar, al norte del cantón Santa Elena.
Como todos los días Ñato acudió a la cancha de voleibol a practicar su deporte favorito, según testigos ganó varios de los encuentros de la jornada, pero cuando intentó hacer un saque se le presentó un fuerte dolor al corazón y lentamente cayó al suelo.
En primera instancia la barra y los otros deportistas pensaron que se trataba de una broma para no seguir jugando y retirarse con las apuestas que hasta ese momento había conseguido. Ya cuando se fijaron en el rostro de sufrimiento de la víctima, lo trasladaron al hospital de la parroquia Manglaralto.
Cecibel Tomalá, allegada del fallecido, dijo que cuando arribaron a la casa de salud los médicos sólo comprobaron el deceso.
“Nos parece increíble porque minutos antes de su muerte estuvo bromeando con todos los que habían acudido a verlo jugar, él les decía que ahora jugaba como los dioses y nadie le iba a ganar”, comentó Tomalá entre sollozos.
Sebastián Matías, otro de los testigos, comentó que en principio se dudó del dolor al pecho que decía tener Martín: “La gente le gritaba que ya se quería retirar y le pedíamos que siga jugando”.
Este es el segundo caso similar que se reporta en la Península. En menos de 15 días muere un deportista jugando voleibol con infarto fulminante.
El pasado 30 de octubre perdió la vida el ingeniero eléctrico, Marco Noroña, el occiso participaba de las olimpiadas profesionales de su gremio cuando le sorprendió la muerte.