El Gobierno italiano y el papa Francisco están "trabajando juntos para construir corredores humanitarios" con los que intentar evitar la muerte de civiles en la guerra en Ucrania, seis días después de la invasión rusa, aseguró hoy el ministro italiano de Exteriores, Luigi di Maio.

"Los esfuerzos del papa Francisco por la mediación en Ucrania (...) abren un importante rayo de esperanza para restablecer la paz. Les estamos animando y también trabajamos juntos para construir corredores humanitarios", dijo Di Maio tras reunirse con su homólogo vaticano, monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede.

Di Maio afirmó que "las últimas cifras oficiales de Ucrania hablan de más de 2.000 civiles ucranianos muertos desde que comenzaron los ataques", antes de añadir: "Debemos detener este derramamiento de sangre".

El jefe de la diplomacia italiana mostró su esperanza en que la mediación de la Santa Sede pueda lograr que se paren las bombas, aunque "hay que ser realistas: la situación actual es dramática, siguen muriendo inocentes sobre el terreno", dijo.

"Las negociaciones de paz y el alto el fuego son fundamentales para cualquier tipo de esfuerzo humanitario. Pero deben ser negociaciones reales, sin ninguna provocación, y las bombas del gobierno ruso deben dejar espacio para el diálogo", añadió el ministro.

"Hay que detener esta espiral de violencia y destrucción", enfatizó ante Gallagher, con quien discutió otros asuntos internacionales en la reunión, que se enmarca en las consultas bilaterales, como la situación en Libia, Irak y el Líbano, así como en Etiopía y el Sahel, aunque la guerra en Ucrania marcó el encuentro.