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Joven australiano fue atacado por piojos de mar
Sam Kanizay, un joven de Melbourne (Australia), fue víctima de pequeñas mordeduras de piojos de mar.

Sam Kanizay
La historia de Sam Kanizay, un joven de Melbourne (Australia), ha dado la vuelta al mundo en los últimos días. La razón es poco agradable: Sam fue víctima de pequeñas mordeduras de piojos de mar, al punto de que casi pierde sus pies.
Ocurrió en la playa de Dendy Street Beach, de Brighton.
Tras disfrutar con sus amigos en el mar, el adolescente de 16 años se dirigía hacia la playa, pero al salir del agua sintió algo extraño en sus pies y pantorrillas. Creyó que era arena así que se volvió al agua. Al salir, su padre notó que los pies de su hijo estaban llenos de sangre con marcas de pequeñas mordidas del tamaño de un alfiler.
Obsesionado por saber qué pudo haber lastimado a Sam, su padre regresó a la playa, ahora llevando consigo una red, vistiendo un traje de neopreno y trozos de carne para poder adquirir una “muestra” de lo que pudo lastimar a su hijo.
La pagina Oficial de Museums Victoria en Facebook dice haber encontrado el origen del incidente con la muestra que llevó el padre de Sam.
Fue ahí que descubrieron que lo que llevó a Sam al hospital ese día, fueron unos invertebrados marinos de apenas milímetros.
Walker Smith, biólogo a cargo de la investigación, señala que los antípodos (piojos de mar) contienen una especie de anticoagulante y que por esa razón Sam no dejaba de sangrar.
En su publicación, también señala que los antìpodos no son venenosos así que no tendrán un efecto a largo plazo para el joven australiano.
La razón por la cual el joven australiano no habría sentido ningún tipo de dolor al momento de estar dentro del agua sería, probablemente, la temperatura baja.
¿Debemos temer al entrar al mar? No. Según la bióloga marina Genefor Walker-Smith —en una entrevista en la cadena australiana ABC— lo que le ocurrió a Sam fue una mezcla de desafortunados eventos. “Debe haber caminado sobre un grupo que se estaba alimentando de algo. Puede haber golpeado un cangrejo muerto y los provocó”, explicó la experta.