La fotomulta le ‘fregó’ el ‘camello’

Ariana Almeida Martínez, Quito
Sandra Aro ha dejado de trabajar quince días, durante los cuales ha buscado aclarar una supuesta multa que nunca le notificaron.
Ella relató que hace siete meses viajó a Ambato para retirar a un pariente enfermo. Aseguró que el trayecto fue tranquilo y sin novedad. “Mi sorpresa fue grande cuando intenté matricular mi auto hace dos semanas y me dijeron que tengo una infracción de 405 dólares por exceder los límites de velocidad”, detalló.
Para ella, esto es “imposible”, pues se dedica a hacer fletes y tiene conocimiento de las leyes viales.
La mujer comentó que estos días sin trabajar le representan una pérdida de unos 600 dólares. “Hemos tenido que ajustarnos, sobre todo en la comida”, añadió.
Aro es una de las más de 20 personas que esperaron en las afueras de una de las salas de la Unidad Judicial de Tránsito de Pichincha, en el norte de Quito, para aclarar el tema fotomultas y fotorradares. Esto, aparte de los 38 conductores que presentaron una acción de protección ante el hecho y que durante la diligencia recibirían una resolución.