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La tragedia de Ángela, pagó los errores de su familia en Guayaquil: "Son Tiguerones"
La mujer asesinada dentro de su casa, en Nueva Prosperina, ya había sobrevivido a un atentado. Sicarios utilizaron fusil y pistola
Hace seis meses, Ángela Mireya Mirabá Pincay, de 30 años, logró sobrevivir a un atentado en su vivienda, ubicada en la manzana 774 del bloque 5 de Flor de Bastión, en el noroeste de Guayaquil. En aquella ocasión, sujetos armados dispararon contra su casa y la de sus familiares, lo que obligó a todos a abandonar el sector por temor a nuevos ataques.
Sin embargo, hace dos semanas Ángela decidió regresar de manera esporádica a su domicilio. Según allegados, acudía por horas y en ocasiones se quedaba a dormir. La madrugada del domingo 17 de agosto, mientras descansaba en su dormitorio, seis hombres encapuchados y fuertemente armados con fusiles y pistolas irrumpieron en la casa y dispararon contra ella.
El cuerpo de Ángela quedó tendido en el piso de tierra de la habitación donde dormía. El hecho ocurrió en el distrito Nueva Prosperina, una de las zonas más violentas de Guayaquil, que ya registra 453 muertes violentas en lo que va de 2025, es decir 252 casos más que en el mismo periodo del 2024.
Distrito Nueva Prosperina

El exconviviente de la víctima y padre de su hija relató a la Policía que se había separado de ella hace dos años, pero que mantenían contacto permanente por su niña.
Familiares peligrosos
El hombre aseguró que en el sector existen conflictos con primos y tíos vinculados a la organización delictiva Los Tiguerones, quienes residen en viviendas contiguas. Según su testimonio, anteriormente ya se habían registrado atentados contra esas casas, lo que obligó a varias familias a abandonar temporalmente la zona.
El mismo exconviviente contó que alrededor de la 01:00 del domingo 17 de agosto escuchó varias detonaciones y, al salir, observó que la vivienda de Ángela y la de sus familiares habían sido atacadas.
Un tío de Ángela también confirmó que la joven había sufrido un atentado meses atrás, supuestamente perpetrado por la facción delictiva Tiguerones Fénix en represalia por no pagar ‘vacunas’ (extorsiones).
“Tras ese hecho dejamos de vivir en el sector, pero Ángela en los últimos días había decidido volver. Ella era una mujer tranquila y reservada”, expresó.
En la escena, la policía recogió 16 vainas calibre 9 milímetros y 18 calibre 5.56, lo que evidencia la participación de varios tiradores, informó el teniente coronel Marco Proaño, jefe subrogante del distrito Nueva Prosperina.
El oficial precisó que Ángela no tenía antecedentes penales y que su hija menor no se encontraba en la vivienda al momento del ataque, ya que permanecía con su padre.
Respecto a los agresores, Proaño indicó que escaparon a pie por una zona montañosa y luego huyeron en motocicletas, aprovechando la dificultad del acceso al sector. “La investigación continúa, aunque la labor policial se complica por la escasa colaboración de vecinos y moradores, quienes temen represalias”, puntualizó. (AEB)
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