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La Circasiana es rehabilitada en Quito
Esta estructura había sido dañada por el clima, los temblores y el descuido. Ahora recuperará su esplendor con la obra.

Esta estructura había sido dañada por el clima, los temblores y el descuido. Ahora recuperará su esplendor con la obra.
Parece el palacio de un antiguo rey. Hoy La Circasiana, rodeada de andamios, sigue manteniendo el esplendor de antaño. Durante cuatro meses, aquel castillo colonial en tonos rosa está siendo rehabilitado por casi una veintena de obreros.
La obra, ubicada en el barrio Santa Clara, está a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio.
Entre las acciones a realizarse están la consolidación de muros, el mantenimiento de la estructura metálica del palacio, retiro y reposición de las planchas traslúcidas e impermeabilización y recubrimiento de la cubierta de vidrio. Adicionalmente, se hará un mantenimiento de las losas de la terraza, el mejoramiento del sistema de evacuación de aguas lluvias e instalaciones eléctricas y la pintura de los sitios intervenidos.
Hasta el momento, la obra tiene un avance de 25% y además de los 18 obreros trabajadores y 4 técnicos especializados monitorizan las acciones. La intervención se debió a que la estructura presentaba varias afectaciones ocasionadas por el invierno, movimientos telúricos y por la falta de mantenimiento. Lo que a largo plazo causó humedad en las terrazas del edificio.
La historia de la construcción del Palacio de La Circasiana fue gracias a la familia Jijón, especialmente a dos de sus miembros Manuel Jijón Larrea (fallecido en 1908) y Jacinto Jijón y Caamaño (1890-1950). El castillo colonial lleva ese nombre por la madre de Jacinto para exaltar la belleza de la mujer de Circasia —región caucásica de Rusia—.