No corrió lo suficientemente rápido para huir de su asesino. El cuerpo de Diego Leonardo Sarango Calle, alias Chapeto, quedó tendido sobre el piso de tierra del patio delantero de su casa, ubicada en el sector Dos Bocas, un barrio suburbano del norte de Machala, en la provincia de El Oro.

Eran las 22:10 del miércoles 1 de diciembre cuando Sarango se encontraba en la vía principal esperando a que lleguen sus ‘clientes’, pues sus vecinos aseguraron que la víctima ‘trabajaba’ expendiendo droga y ese era su punto de distribución.

Jean Carlos Orellana, amigo del occiso, contó que estuvieron conversando un rato, y como tenía una botella de trago, decidió ir a la tienda a comprar una bebida gaseosa para mezclarla, pero en ese momento de su ausencia lo mataron.

Al lugar habían llegado dos sujetos en una motocicleta. En primera instancia, según testigos, Diego esperó un momento, presuntamente creyendo que eran consumidores, pero luego los habría identificado y salió corriendo. Al parecer, supo que iban a matarlo.

En el sector, por ser una zona baja constantemente ponen relleno, por eso, para ingresar a la casa, Chapeto debía sortear varios obstáculos, lo que hizo que sus pasos no sean tan rápidos. El gatillero, haciendo uso de su arma, disparó, provocando que el hombre de 33 años caiga boca abajo. Entonces el sicario vació su arma, asegurándose de cumplir su misión. Luego habría salido caminando hasta subirse en la moto que lo esperaba para alejarse del lugar.

El mayor Cristian Espinoza, jefe de la Dirección de Muertes Violentas de El Oro, declaró que la hipótesis preliminar que se maneja es la pugna de territorio para la venta de estupefacientes. (DAD)