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Le reza a San Pablo para que la proteja de los cuernos

Antes de salir al ruedo a torear tiene su ritual. María Alexandra Castañeda, oriunda del cantón Cevallos, en Tungurahua, tiene los ‘nervios de acero’ para enfrentar a los toretes.
De los 12 años de tradición que tiene el toreo de mujeres en el caserío de San Pablo, ubicado a 45 minutos de Ambato, en los últimos cuatro años ha sido campeona. Nadie hasta el momento ha logrado igualar su récord.
Su secreto, dice la torera de 35 años, es encomendarse al apóstol San Pablo. Cada tercer martes de julio, Alexandra acude en familia hasta la iglesia de su pueblo donde reposa la imagen sagrada.
Se sienta en primera fila y su oración la hace en silencio. Pide por su familia, agradece por las bendiciones y se encomienda para que la proteja de los cuernos de los novillos en cada una de sus presentaciones.
Después de la oración se levanta e inclina sus rodillas frente al santo de su devoción y se pone el sombrero del apóstol. Eso para ella es como una ‘coraza’ para salir librada de los toros.