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Les cayeron a balas en festejo por el Ídolo

Hinchas barcelonistas se aprestaban a cenar cuando aparecieron dos motorizados y repartieron plomo. Uno murió y tres quedaron heridos, en Babahoyo

caja
Sus amigos le consiguieron un ataúd con el escudo de Barcelona, su equipo favorito.TOF

El arroz y los patacones quedaron listos para degustar en la reunión que organizaron varios hinchas del Barcelona, a propósito de la clasificación del Ídolo a semifinales de la Copa Libertadores de América.

Pero, justo cuando esperaban el pollo y la cola que habían ido a comprar otros amigos para completar la cena, aparecieron dos sujetos en una motocicleta y les repartieron bala.

El sorpresivo ataque ocurrió cerca de la medianoche del jueves 19 de agosto, en el sector Río Chico, de la parroquia Barreiro, del cantón Babahoyo (Los Ríos).

En medio de la balacera, todos corrieron en distintas direcciones e inicialmente se pensó que solo tres personas resultaron heridas.

Sin embargo, durante las pericias, los agentes de Criminalística siguieron la trayectoria de las manchas de sangre en el piso, logrando encontrar el cadáver de Bryan Darío Paredes Mayorga en un zaguán ubicado en la parte posterior del inmueble donde se encontraban.

El joven, de 20 años, era miembro de la barra Sur Oscura, de Babahoyo, y horas antes del suceso estuvo alentando a su equipo durante el encuentro deportivo frente a Fluminense.

La alegría de la clasificación del cuadro torero los motivó a armar una comilona, pero la lluvia de balas terminó con el festejo.

La policía halló siete indicios balísticos dentro y fuera de la vivienda. Mientras que los heridos, identificados como Jasmani José Nacif Escalona, Jorge Luis Vargas Romero y César Santiago Loyola Bajaña fueron trasladados hasta el hospital Martín Icaza, de Babahoyo.

El viernes 20 de agosto, los restos de Bryan fueron velados en su vivienda, situada en las calles Rocafuerte, entre Vargas Machuca y Custodio Sánchez, donde lo vieron por última vez hasta las 19:00 del jueves, cuando salió con el afán de ver jugar al equipo de sus amores.

Su progenitora, Mayra Mayorga, quien se encontraba internada debido a una intervención quirúrgica, pidió el alta voluntaria para estar en el velorio de su hijo. La mujer, casi sin poder caminar, se aferró al féretro donde estaba su primogénito y no dejó de llorar ni un instante.

Al difunto le consiguieron una caja con el escudo del equipo torero que era su favorito.

Raúl Paredes, tío del fallecido, relató que su sobrino laboraba haciendo limpieza en el hospital Martín Icaza y su meta era ingresar a las filas de la ATM o la Policía.

Los deudos presentaron la denuncia para que se investigue hacia quién estuvo dirigido el ataque. (TOF)