La tarde y noche del lunes 16 de octubre, miembros de la Fiscalía junto con un equipo de Criminalística de la Policía Nacional, hicieron la reconstrucción de los hechos del asesinato de la farmacéutica Letty Cando ocurrido la madrugada del pasado 3 de septiembre en el norte de Quito.

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La diligencia se cumplió en el inmueble en donde presuntamente ocurrió el crimen localizado en el sector de Bellavista en donde habitaba el procesado Johnny Stalyn Caiza, quien cumple una orden de prisión preventiva desde el 8 de septiembre de 2023. Ese día el procesado recibió cargos por su presunta autoría en el delito.

La reconstrucción de los hechos se dio dentro de la instrucción fiscal que lleva adelante la Fiscalía por el presunto delito de la desaparición con resultado de muerte de Cando. Las acciones se realizaron en los sitios en los que la víctima fue vista por última vez antes de su desaparición que fue reportada el 2 de septiembre de 2023. El sospechoso estuvo presente durante la reconstrucción de los hechos así como actores para recrear la situación que vivió la víctima, abogados y familiares. 

Además de esa diligencia, la jueza Irene Pérez autorizó la toma de muestra de fluidos sanguíneos de dos ciudadanos mencionados en las versiones rendidas en el expediente fiscal de las que se desprende que junto con Caiza habrían sido las últimas personas que estuvieron con Cando, previo a su muerte.

Cando, de 33 años, era una farmacéutica que fue encontrada desmembrada y sepultada en el parque Metropolitano, ubicado en el norte de la capital. El hallazgo se dio el 8 de septiembre. Ella habría sido asesinada al menos seis días antes de su localización después de acudir con una amiga a una fiesta por la zona de la Universidad Católica y asistir a un bar. Esa noche Cando habría conocido a Caiza (por intermedio de terceras personas) en cuya casa siguió la celebración junto con otros tres asistentes.

Según las versiones, ellos se fueron de ese inmueble y la víctima se quedó dormida en el domicilio de Caiza. Cuando Cando no llegó los familiares denunciaron la desaparición y los miembros de la Dinased tras las averiguaciones dieron con el paradero del sospechoso. 

Aunque trató de confundir a los investigadores cerca de su casa encontraron el celular y la cartera de la víctima y un vecino lo vio lavando un colchón y trapeando el piso de las manchas de sangre que resultaron del crimen.

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