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Diario Extra Ecuador

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Comunidad LGBTI marchó por el orgullo en Guayaquil y Quito

A la celebración por el Día Internacional del Orgullo antecedieron la mañana de este sábado en Ecuador manifestaciones en varias ciudades en defensa del concepto tradicional de familia.

Uno de los closets que formaron parte del desfile.

Uno de los closets que formaron parte del desfile.Marcelo Gutiérrez / EXTRA

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Color, música y mucha algarabía fue la presenció en el desfile LGBTI denominado ‘La marcha de los closets’. La concentración se inició pasadas las 15:00 del 29 de junio, en las calles Malecón y Colón, centro de Guayaquil, donde miles de personas se hicieron presente para defender el reciente matrimonio igualitario.

Opiniones a favor y otras en contra se escuchaban en la marcha. Una de estas fue Gustavo Lamota, presidente de la Asociación Ateistas del Ecuador.

“Hemos venido a respaldar la marcha LGBTI porque defendemos los derechos de los libre pensadores del país. Luchamos para que sea un Ecuador justo y solidario, no importa su género o sus sexualidad” indicó el principal de la asociación.

Una madre de familia, que se identificó como Joselyn Guevara, observaba a los machistas, un poco asombrada, desde una de las veredas de la calle malecón. Ella dijo que respeta el libre pensar de los LGBTI pero que está en contra de este tipo de relaciones, ya que asegura que “el núcleo principal de la familia es padre, madre e hijos”.

“Debemos de respetar y que nos respeten” manifestó la mujer oriunda de Ambato y que hacía turismo en Guayaquil. Lo que llamó la atención de muchos fue una de las personas que marchaba disfrazada con atuendos religiosos, simulando una especie de parodia. Este personaje en su mano izquierda portaba un cartel que decía: “Con mis hijos no te metas”.

Durante todo el trayecto de la marcha que se extendió por la calle malecón, para luego tomar la avenida 9 de octubre y finalmente terminar en la avenida Santa Elena, en el parque Centenario decenas de policías acompañaban a los manifestantes que festejaban también el día internacional del orgullo LGBTI celebrado el 28 de junio.

En Quito también se movilizaron

Un mar de personas con banderas arcoíris se tomaron la avenida Amazonas, en el norte de Quito, para la tradicional marcha del orgullo gay. La palabra marica dejó de ser ofensiva para los caminantes, que la tarde del 29 de junio, coreaban “Que se paren lo maricas”.

En el encuentro participaron varias organizaciones de defensa de los derechos de la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersex). En su carteles decía frases como Amor es amos, El amor siempre gana y No quiero tu admiración, sino tu respeto.

Entre los marchantes, iba Efraín Soria, presidente de la fundación Equidad, y su pareja Javier Benalcazar. Ellos llevan juntos 12 años y con su causa, hace unas semanas, se aprobó el matrimonio civil igualitario.

Aunque el amor los ha unido por más de una década, junto se han enfrentado a la discriminación de la sociedad, especialmente en el aspecto laboral. Pese a que cuentan con dos uniones de hecho, Efraín y Javier no pudieron reclamar las utilidades de Benalcazar en una empresa.

“Es para crear un patrimonio como cualquier pareja. Tener los mismos derechos”, destacó Soria. A finales de agosto, la pareja planea casarse. Lo hará en ceremonia especial a la que estarán invitados sus amigos más cercanos y gente que los ha apoyado en su lucha.

Y es que mucha gente se ha unido a la causa y la marcha fue un escenario para evidenciarlo. En la calle, con carteles, con cintas para el cabello o simplemente gritando, centenares de madres, padres y abuelos apoyaban a sus parientes que pertenecen a la comunidad LGBTI.

Sandra Montero, por ejemplo, acompañó a su hijo Julian. Una vez al año, el muchacho se pone falda y tacones para marchar por el orgullo gay. La madre notó las preferencias del chico cuando era solo un niño. Recuerda claramente una tómbola en la que Julian ganó una barbie. “Mi pidió que le diera el boleto de la suerte”, relató.

Ver a su hijo correr en tacones altos, llena de felicidad a Sandra, sobre todo por la lucha que han tenido que enfrentar juntos. En un colegio de Quito, el joven sufrió tal discriminación, que las autoridades pidieron que lo retirara, incluso le hicieron perder el año.

Ahora, él está mucho mejor en una institución municipal. “Es muy respetuoso con sus compañeros, le asesora a las chicas sobre como lucir mejor con su maquillaje”, explicó.

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