Exclusivo
Actualidad

Llegó de una fiesta y se durmió para siempre

Marcelo Álvarez se encerró en su cuarto para conciliar el sueño y descansar, pero no despertó nunca más y durmió eternamente.
Las causas del fallecimiento son investigadas por la policía, porque presuntamente el hombre, de aproximadamente 38 años, llegó a casa en estado etílico la mañana del domingo.
Según las indagaciones, Marcelo habría acudido el sábado a una reunión social en el norte de Quito.
Después de la fiesta, él regresó a su vivienda, ubicada en el barrio Bellavista, calle Ricardo Sáenz, parroquia de Conocoto Alto, suroriente de Quito.