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¡Los mandaron al más allá con 17 puñaladas!

Felipa tenía 13 puñaladas en su cuerpo y su esposo Byron José Manopanta, cuatro, contó Digna Agila, hermana de la fallecida.
Ayer, durante el velorio, en Pifo, nororiente de la urbe, la mujer recordó con horror el momento en que encontraron muertos a su ‘ñaña’ y cuñado dentro de un canal de agua en Cayambe (norte de Pichincha). Detalló la ardua labor que tuvieron que hacer para drenar el lugar y así dar con los cadáveres.
“Les mataron para robarles el carro. ¿Por qué más lo harían?”, cuestionó la pariente, quien no podía creer que su hermana menor estuviera muerta. Lo que más la entristecía era que aquel taxi, que compró la pareja con tanto sacrificio para traer más “platita a la casa”, los condujera a la muerte.
Familia, vecinos y colegas de la cooperativa de taxis donde laboraba Manopanta, llegaron al sepelio en la casa de los padres del occiso. Hoy estaba previsto que fueran enterrados en el cementerio de Pifo.
“Me quedé sin mi hijito. Le crié a mi nieto desde chiquito. Dios sabe cómo hace las cosas. Ahora él será mi compañerito”, expresó María Paillacho, madre del fallecido. Luego del suceso ella cuidará al hijo de la pareja, un menor de edad de 13 años.